SONDEO
El rol de la JCE

Entre la Junta Central Electoral de hoy y la de los tiempos en que la institución no tenía el control de la cédula de identificación, que recibía órdenes políticas de instancia superiores del gobierno de turno y no tenía independencia para nada, hay una gran distancia. El avance en términos de organización, tecnificación y descentralización de la JCE -para bien de la democracia dominicana y del fortalecimiento institucional del país- ha sido sencillamente extraordinario, como del cielo a la tierra.
Poco a poco, pero de modo consistente, el órgano electoral se ha ido insertando y ha venido cumpliendo con el rol institucional asignado por la sociedad, dejándose sentir con el trabajo y con los resultados, pero también dándose a respetar de los “francotiradores” de la manipulación y el chantaje que actúan desde diversos frentes. Administrando y toreando en ocasiones de modo inteligente hasta sus propias diferencias internas, la institución responsable de organizar las elecciones, felizmente han logrado superar los traumas y temores propios de otros tiempos.
Hoy, con propiedad, se puede afirmar que esos sobresaltos propios de los períodos electorales -y que mantenían en vilo y en peligro a la población y a todo el país-, son cosas del pasado. Y, para los fines, el mejor legado de los actuales magistrados de la JCE, de todos, con Roberto Rosario a la cabeza. El rescate de la confianza y la credibilidad de la institución es un aporte de extraordinario valor, no importa lo que digan los que critican por mezquinad, por irresponsabilidad o por intereses políticos del momento.
Entonces, si la JCE y sus jueces saben lo que tienen entre manos, y se han ganado la confianza y el respeto de la mayoría de los dominicanos, hay que dejarle hacer su trabajo, hay que dejar a un lado las necedades y las sospechas infundadas. Esto viene a cuenta, tras la sugerencia inoportuna e imprudente de un área de la sociedad civil, que plantea que la JCE, además del uso del sistema electrónico por el que hizo una gran inversión para agilizar el proceso de votación y ofrecer en tiempo récord el resultado, también cuente las boletas una a una. Esto solo se entendería, si hay alguien con el deseo y la intención de que lleguemos al 2020 contando los votos, con el fin de que haya tiempo y espacio para que ocurra un lío. Noooo.
