Domicilio y candidaturas municipales

La Junta Central Electoral ha decretado que Francina Hungría no será la compañera de boleta de Roberto Salcedo para la alcaldía del Distrito Nacional, porque presuntamente no reside en la capital. También objeta la candidatura de Tonti Rutinel porque no tiene domicilio en la provincia Santo Domingo. Además, la JCE borró la fugaz candidatura para vicealcaldesa de Nicole Fernández por el Partido Demócrata Institucional (PDI) al ser inscrita de manera irregular ya que carecía de los documentos legales correspondientes.

En estos temas de jurisdicción me parece que habrá confrontaciones de simulación. Las decisiones principales afectan al PLD y al PRD, partidos aliados, aunque en Santo Domingo Oriental vayan separados. El tema de la alcaldía del DN atrae con su brillo porque la señorita Hungría tiene talento y aporta a Salcedo, pero es bien probable que la prisa en escogerla como candidata haya obviado los trámites de modificar la cédula. La nueva jurisprudencia pone como requisito que hay que residir en el lugar de la candidatura. Francina nació en el Ensanche Primavera y estudió ingeniería en la capital. Sin embargo ahora eso no cuenta si está domiciliada en otra demarcación. Me aseguran que realmente ella vive en Arroyo Hondo pero los documentos la ubican en Alma Rosa. Hay un factor que tendrán que resolver en las apelaciones.

El fraccionamiento del DN ha sido fuente de muchas candidaturas y la JCE aplica la ley en todos los casos que hay inscripciones. Este tema de Tonti Rutinel, quien nació en la capital, es un caso de ironía suprema, ya que el veterano dirigente político y ex senador fue de los creadores de la legislación que dio origen a la provincia de Santo Domingo. Tonti es un esforzado político de esa zona. Sus votos y afectos se concentran allí. Su PRD tendrá que hilar fino porque esta candidatura corre peligro de extinción.

Los partidos podrían presentar nuevas propuestas para sustituir las objetadas por la JCE, según estipula la Ley Electoral y sus modificaciones. Reza la ley 275-97 que los colectivos políticos podrían hacer las modificaciones, incluso hasta después de impresas las boletas. También pueden apelar ante el Tribunal Superior Electoral para que se reconsidere la decisión del organismo electoral. Esta semana las apelaciones y rechazos pondrán rojo el candelero político. Se van cerrando los plazos y la JCE afina el colador. Francina y Rutinel seguirán ocupando espacios en los medios.