EL ROEDOR
Las rejas de Obama

“La muerte es la forma más extrema de censura”. (Sir Bernard Shaw)
POR EL PRESIDENTE, Dr. Barack Hussein Obama, votamos emocionalmente todos. “¡Sí, se puede!”. Con esa consigna, cuando se produjo la genial intuición intelectiva de Manuel del Cabral en su novela “El Presidente negro”, todos nos alegramos y el mundo entero puso sus esperanzas en los 1000 años de paz y progreso de que nos habla el Apocalipsis de Juan. Pero el Presupuesto al mundo le ha salido al revés, y uno de los pocos que lo previno fue Euclides Gutiérrez Félix, quien certeramente dijo: “Todo el que llega a la Presidencia de EUA, es un presidiario del stablishment y éste no será la excepción”.
La experiencia se impone, don Barack Obama, ha roto todos los récords de las agresiones, los derechos humanos, los bombardeos con ‘drones’ y sin drones, muertos, amenazas y políticas malas, como devolverles los dineros de los famosos “bonos basuras” de la crisis inmobiliaria del 2007-08, a los banqueros y a Lehman Brothers, mientras los pueblos se empobrecían, incluidos los propios estadounidenses; las deportaciones masivas de los latinos, y, últimamente, los gases y petróleos del fracking que han producido el envenenamiento de las aguas, terremotos y el calentamiento global que amenaza con destruir el planeta y quebrado al mundo entero, a tal extremo que el Banco Europeo no puede aguantar la política del Gran Hermano por la quiebra de la Zona UE, que ha lanzado la idea de que los bancos presten a tasa 0 (Cero), como única manera de levantar a Europa. Es decir, “el Presidente negro”, ha roto todos los límites negativos, a tal extremo que hace tres días se excusó acusando a Tony Blair y Sarcozy (que fue a Haití y no se bajó de las ‘escalerones’ del helicóptero, el francés) y que debe estar preso por los 10 millones de dólares que le dio Kadafi, con pruebas, para la campaña electoral; y el inglés es ahora asesor de Egipto y de Kirguistán.
Así que Obama, según explicó, no tiene nada que ver con la destrucción de Libia, Siria, Yemen, Sudán e Irak. ¡Eso es culpa de los otros! Pero el “libreto” de arrasar 7 países del Medio Oriente con todo y cultura y monumentos históricos (Irak, Siria, Libia, Sudán, Irán, Afganistán y Líbano), fue hecho y entregado al Gral. (++++) Wesley K. Clark, por la presidencia de Bush y el Pentágono de Donald Rumsfeld. Fue elaborado por el subsecretario de Estado, Paul Wolfowitz, pero lo siguió Obama, pese que el General lo denunció en una entrevista de TV y advirtió que si el “Medio Oriente fuera como África, no tuviera petróleo, eso no habría pasado” (¡General con moral!). Era jefe de la OTAN y lo retiraron. Con Hillary y Obama, el asunto llegó a Yemen. Pero dice el General que fue el Pentágono y le preguntó a Rumsfeld que por qué había que destruir esos países y le dijo que cuál era el objetivo y la respuesta: que “él no sabía”. ¿Qué les parece?
¿Y cómo Obama, que se va en enero, un intelectual, le viene hoy a uno con esos cuentos infantiles, pero al mismo tiempo le remacha a Venezuela, que es un peligro inminente para la estabilidad de Estados Unidos? No, mister Obama, dígale al mundo que Ud. necesita el petróleo de Venezuela y que le teme al “capú tumbao” que le ha dado Putin con el armamento exhibido; y, además de eso, está cercando a China continental, porque se le olvidó lo que dijo “El Gran Timonel”, Mao Zedong, en “El libro rojo”. No queremos la III Guerra Mundial, pero si nos obligan a ir a ella, también la ganaremos; y dice este pobre analfabestia, que hay que acordarse lo que Albert Einstein en su carta a Dwight Eisenhower: “Ésa, después del uso de la energía atómica, se peleará con piedras y con palos”. Pero, mi querido Dr. Barack Hussein Obama, usted se ha dejado atrapar de la oligarquía armamentista, y no nos cumplió a todos los que confiamos, que hoy somos más pobres, estamos menos seguros y sufriendo limitaciones en nuestra seguridad y libertades en sentido general (hasta la de robar, porque te puede echar mano, pues todo lo espían, incluida esta vieja computadora). ¡Así no fue que hablamos, mi Presidente negro!