¡Homofobia nacional!

La solicitud para que el presidente Barack Obama remueva a James Brewster como embajador de los Estados Unidos es ridícula y lamentable... Por eso la Casa Blanca ni siquiera esperó que se alcanzaran las 100 mil firmas requeridas para rechazarla de plano y apoyar a su representante diplomático en el país.

A Brewster se le acusa de tener una agenda “inconsistente con los valores culturales cristianos y las tradiciones de la Republica Dominicana”, de promover la apertura de una cámara de comercio LGBT y de asistir con su esposo a una escuela... Es decir, de nada que violente la ley o contravenga disposiciones de la Convención de Viena.

Si eran violaciones lo que se buscaba, habría bastado citar la injerencia de Brewster en asuntos de soberanía nacional o la infame amenaza de retirar visas a quienes no comparten sus posiciones. Pero ante tales afrentas muy pocos salieron al frente al embajador y solicitaron su remoción...

ÖPorque de lo que se trata es de un vulgar ejercicio de doble moral. Las fundaciones y congregaciones religiosas y políticas, congresistas, periodistas y beatos que exigen la salida de Brewster por su agenda LGBT, son los mismos que callan auténticos atentados contra valores morales como el caso del tal “El Querido” que con desfachatez y desvergüenza pisotean la dignidad de la mujer y de la familia.

Ningún pastor, cura o dirigente político sale al frente a este tipo de personaje que se ufana de su “segunda base” y se pavonea de que la esposa no lo puede abandonar porque la tiene montada en yipeta o en Mercedes. Pocos periodistas deploran esa conducta y en cambio disfrutan sus ocurrencias.

Son los mismos que callaron cuando el ex nuncio Wesolowski, pederasta y homosexual que utilizaba su investidura eclesiástica y diplomática para agenciarse favores sexuales de subalternos y de menores de edad. ¿En qué momento esos nuevos inquisidores exigieron al Vaticano el envío de este hombre a la Justicia dominicana? ¿Cuándo han pedido a Roma alguna reparación a los familiares de los afectados?

Nunca lo hicieron... Ni lo harán. Porque algunos compartían con Wesolowski, asistían a sus oficios privados y ponderaban “sus grandes cualidades”. En cambio, ahora, se rasgan la vestidura por Brewster, que por lo menos expresa su sexualidad con libertad, así sea que rompa patrones tradicionales.

La homofobia dominicana monta un espectáculo por la instalación de una cámara de comercio LGBT que no es más que un grupo de personas con intereses comerciales y condiciones comunes unidos para mejorar su participación en actividades de negocio. También tergiversa declaraciones de la directora de USAID sobre los fondos de que dispone esa agencia para fomentar una agenda de inclusión del sector LGBT...

...Y a pesar de que el Departamento de Prensa de la Embajada americana se apresuró a aclarar la distorsión, tal majadería hasta puso a la Junta Central Electoral a perder tiempo en necedades. El colmo es el alboroto por la visita de Brewster a un colegio de Santiago al que fue invitado para conversar con estudiantes de bachillerato que participan en un modelo de Naciones Unidas.

El director del Instituto Iberia --una de las mejores academias del sistema--, explicó detalladamente en un comunicado el alcance y los procedimientos que se llevaron a cabo para la visita del embajador... Por tanto, si alguien quieren lapidar por esta “afrenta”, debería ser el director de la escuela cuyo “pecado” ha sido intentar formar a sus estudiantes “en valores, con integridad y procurando que desarrollen habilidades como pensamiento crítico, innovación, liderazgo, tolerancia y respeto”.

Los críticos de Brewster no alcanzan a entender que no se trata de una actitud personal sino de una política de la Administración Obama que consiste en promover abiertamente la agenda inclusiva a las personas homosexuales y transexuales dentro y fuera de las fronteras estadounidenses. Consecuentemente, su embajador en el país pudiera ser el más fiero halcón, general de cinco estrellas, y su política tendría que ser la misma.

Lo que sí se le puede objetar a Brewster es su excesivo exhibicionismo. Su afán por estrujarle a la sociedad dominicana su preferencia sexual y una condicion conyugal que todo el mundo conoce, que una mayoría respeta y que incluso amplios segmentos aprueban...

La presencia de su esposo Bob Satawake en todo acto social o diplomático en que participa, cosa que no se estila, nada aporta a su valioso empeño en que los dominicanos construyamos una sociedad basada en la tolerancia y el respeto hacia la diversidad

Esa, sin embargo, no es razón válida para rechazarlo y menos para pedir su remoción...

Estos homófonos no representan el sentir de la mayoría del pueblo dominicano, pero su proceder nos proyecta ante el mundo como una sociedad atrasada e intolerante...

Y eso es lo realmente pernicioso. Porque mientras se pretende dizque defender valores morales, no importa el daño que se provoca cuando se pisotea la imagen del país al acusarlo de xenófobo, violador de derechos y de discriminar a inmigrantes por el color de su piel, facilitando armas a los detractores...

¡...Uno de los cuales es el propio Brewster!

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