DE VARIADOS TEMAS
Disparemos certeramente
El apoyo recibido por el generalÆ apodado El Ranger, tras ultimar a uno de los que lo asaltaron en su hogar, deviene de la indignación e impotencia que arropa a esta sociedad ante el avance arrollador de la criminalidad, a pesar de las extrañas estadísticas que indican una reducción de 9% en la misma. Como en los casos de los linchamientos que sustituyen la labor del sistema judicial (suman 64 en los últimos dos años), el caso del generalÆ hizo que cada ciudadano se sintiera en su piel, agarrando un arma para castigar al agresor y eliminar así a otro criminal.
Debemos tener cuidado en no anteponer ese apoyo y simpatía que se despertaron hacia la actuación del generalÆ, a la exposición de las pruebas que la fiscalía dice tener, con las que demostraría que éste disparó cuando el asaltante estaba bajo custodia policíaca y así logró darle muerte, haciendo brotar una reacción de la sociedad tan fuerte, que no disminuyó esa aprobación, aún ante la posibilidad de que la fiscalía tenga razón.
De comprobarse que el generalÆ disparó y mató sin necesidad de tener lo que los americanos llaman “sitting duck”, o sea pato sentado, partiendo de la lógica premisa que hace suponer a un asaltante huyendo a toda velocidad y no parado a la espera de un disparo o una detención policíaca, entonces habría que maravillarse ante la habilidad de un hombre ya retirado de los asuntos militares, que es capaz de acertar a un objetivo en movimiento con un fusil M-16. No lo creo imposible, sino loable, si es que así ocurrió.
Entretanto, el curriculum del protagonista, donde se consignan sus valores y humildad de vida, le valieron la libertad condicional que ha complacido a la opinión pública. Veremos en qué termina el caso. Lo que sí considero importante, es que seamos desapasionados con el mismo y tramitar nuestros sentimientos y simpatías a través de los hechos, no de las percepciones o informaciones dosificadas, ni mucho menos de la rabia que nos corroe el alma, ante el desastre en que se ha convertido la sociedad dominicana.