EN LA RUTA

El Ranger

El asalto la semana pasada al general retirado José del Carmen Ramírez Guerrero (el Ranger) y la posterior muerte por parte de éste a uno de los dos perpetradores, trae la eterna disyuntiva entre lo que es legal y lo que es justo. Pero más que eso, la realidad de una sociedad que sufre atrocidades de la delincuencia y la flojedad de la justicia.

Mediante un vídeo que se convirtió en viral, el país se espantó cuando dos jóvenes, pistola en mano, irrumpieron a plena luz del día en la humilde vivienda del ex oficial del Ejército en el sector Los Mina del municipio Santo Domingo Este, lo golpearon, le dispararon, le llevaron su arma de reglamento y emprendieron la huida.

Lo demás es conocido; el Ranger se levantó y herido en la cabeza, tomó un fusil y persiguió a sus atacantes ultimando a uno de ellos. Versiones indican que el brigadier mató al delincuente cuando ya había sido atrapado, aunque en las imágenes del video se aprecia cuando el oficial acciona desde lejos el arma de alto alcance.

Ahora la interrogante es qué debería pasar con Ramírez Guerrero a quien se le conocerá en el día de hoy medidas de coerción y que para algunos es un asesino mientras que para la gran mayoría es un héroe que evitó que el neutralizado antisocial siguiera cometiendo atracos y tropelías.

Un escenario complejo, porque si bien es cierto que el Ranger pasó de víctima a victimario, y lo ideal hubiese sido que el general, a quien no mataron por un milagro, hubiera ido a la policía a poner la denuncia, no es menos que cuando la adrenalina, la indignación, el abuso, la rabia y la agresión se encuentran con un Colt M-16 las cosas se complican, sobre todo porque no somos máquinas.

La sociedad le ha dado todo el respaldo al Ranger porque, y es lo penoso de todo, entiende que si la justicia no juega su papel con los delincuentes, alguien debe hacerlo.

Con José del Carmen Ramírez Guerrero, quien tiene el particular average de haber sido asaltado en dos ocasiones (2009 y 2016) y con resultados similares para sus atacantes, debe hacerse el proceso investigativo y judicial pero no debe ser tratado como un delincuente, porque definitivamente no lo es.

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