Un Gobierno sin defensa

Algunos funcionarios del gobierno creen que la fiebre está en la sábana o que el huevo güero saca. En el mismo predicamento están los mandos policiales pero se les puede excusar la intolerancia a la rebeldía de los rangos inferiores, como el caso del raso periodista a quien botaron por decir lo que padecen los agentes. Está visto que el gobierno carece de entrenamiento para enfrentar las crisis. Se dejó arropar por el tema de la migración haitiana y hubo de ser el Tribunal Constitucional que lavara el trapo. Frente a las presiones de Haití, que usa el comercio como ariete, se han ganado hasta críticas por la torpe reunión con Martelly.

No se logró nada de la reunión y los haitianos se mofaron al poner como contraparte del segundo hombre del gobierno dominicano a una tipa de Turismo. Nadie entiende que haya una reunión de Estado sin que se tengan acuerdos previos.

Durante mucho tiempo el gobierno ha estado navegando a toda vela con viento de popa. El PRD con sus líos internos dejó a un lado lo que se entiende era su objetivo. Se dividió y Danilo lo desguaza para tener una cuña del mismo palo ante el PRM que también estuvo frío por su lucha de liderazgo.

Inmediatamente el PRM se siente más o menos seguro e inicia el bombardeo. En el caso de las exoneraciones usó balas de salva pero hizo diana con las salidas “sorpresa” de Danilo. La oposición puso en claro que ni eran sorpresa ni se entregaba tanto como prometían.

La denuncia del PRM generó una fuerte campaña de defensa de esas visitas. Los diputados han coreado su importancia y una fuerte campaña de comunicación, atribuida al PLD, la refrenda. Es casi seguro que la jornada se cubre con fondos del partido y no del gobierno. Otra muestra de falta de pericia la revela el suicidio de un contratista del OISOE. Un alud de sospechas ha golpeado a la administración de Danilo.

Esa oficina que está para supervisar obras las está construyendo y al parecer con malas artes. Por el ancho corredor de las especulaciones surcan las más atrevidas aseveraciones. Se narra una sorda novela política donde hay sexo, romance, dinero y tragedia. Pero nada bueno para el gobierno. Hasta Bidó Medina hizo un papelazo.

El gol del raso modificará el presupuesto. El gobierno no articula su defensa.