FUERA DE CÁMARA
¿Qué pasa en la Policía...?
Ni siquiera en aquellos tiempos en que las Fuerzas Armadas estaban divididas en dos bandos irreconciliables --los de Neit Nivar y los de Pérez y Pérez--, se vivió en la Policía los brotes de indisciplina, rebeldía, desafío a la autoridad e irrespeto a las normas internas como está ocurriendo ahora...
El mayor desafío que haya tenido un jefe policial desde 1964 --cuando se rebelaron los coroneles Francis Caamaño y Morillo López a la jefatura del general Belisario Peguero--, lo tiene el general Peguero Paredes, que acaba de llegar al puesto en medio de un bochinche policial inacabable.
La descomposición interna en la Policía no es nueva aunque estalló hace quince días con el video del raso Daurin... Sigue con el coronel Radhamés Santos Aquino que denuncia persecución personal de un general activo y con mucho poder, Eduardo Alberto Then, que comanda la zona Norte.
El murmullo comenzó a salir del cuartel hace casi dos años con el caso del Dicrim y el hurto de casi una tonelada de cocaína que se repartieron entre altos oficiales, uno de ellos de la intimidad del anterior jefe, general Manuel Castro Castillo.
Pero las cosas no quedan ahí... Otras expresiones de protestas surgirán en los próximos días para seguir la cadena de denuncias contra una institución que desde su fundación presenta las mismas extrañas características: todos sus miembros están disgustados menos el entorno de la Jefatura...
...Pero nadie se va La Policía está regida por disciplina militar, aunque no está categorizada como tal. Su ordenamiento interno es cerrado, no tolera cuestionamientos de su mando piramidal y las órdenes se cumplen al pie de la letra si no violan la Constitución, pero su Ley Orgánica es de cumplimiento taxativo.
Su estructura de mando no resiste el cuestionamiento de las órdenes y para eso existe la Dirección de Asuntos Internos que busca corregir cualquier violación de las normas por abuso de autoridad.
Dirimir contradicciones en público es falta que conlleva penalidad, y llevarlas a los medios de comunicación se tipifica como “falta grave” que puede conllevar incluso el calificativo de traición a la institución... En ese caso la sanción es clara: expulsión sumaria de las filas.
El caso del raso Daurin --que colgó en Internet un video quejándose de los salarios policiales--, pudiera considerarse una falta a la disciplina de la institución... Él mismo dijo que estaba consciente de la sanción que le “tocaba”: de diez a quince días de arresto. Pero jamás cuestionó los mandos superiores...
...Lo del coronel Santos Aquino es una clara rebelión a la autoridad jerárquica... Y la sanción tiene que ser otra.
No tiene alternativa... El general Peguero Paredes ha quedado sin alternativa: está obligado a aplicar una sanción “ejemplarizadora” al coronel rebelde, un oficial de múltiples cuestionamientos, indisciplinado y faltas muy graves.
De no hacerlo, el jefe policial estará invitando a que cada oficial o alistado inconforme con un superior lo denuncie en los medios de comunicación... ¡Y cuando eso ocurra, hasta ahí llegó la policía!
Santos Aquino ha reiterado su error al desatar una campaña contra su propia institución denunciando falencias que conoce bien desde que ingresó hace más de 35 años... Ahora dice de forma hipócrita que no quiere seguir en la institución...
¿...Entonces, qué hace ahí?