Tolerancia cero

Es común que resaltemos o que oigamos a otros resaltar la conducta exhibida por los ciudadanos en naciones como Estados Unidos, en Francia, en España.

Especialmente cuando se trata del transito y comportamiento en lugares públicos.

Allí, los ciudadanos, aun procedan de Republica Dominicana mantienen la disciplina y la decencia.

Lo que muchos se preguntan es ¿Por qué allá y no aquí? Un chofer de carro publico que viola le ley de transito, se cruza en rojo, lanza vasos plásticos desde su vehículo, se estaciona donde “le parece”, cambia totalmente de conducta al llegar a otra nación. Pero no lo hacen por educados, ni disciplinados, ni respetuosos de las leyes. No. Lo hacen por temor a LA LEY.

Por miedo a la cárcel. Porque si no cumplen el bolsillo le será afectado y en última instancia su licencia anulada o irán a la cárcel por horas o días. Los mismos ciudadanos nativos de los países que se presentan como “disciplinados” le dicen al visitante: “no te estacione ahí que son 200 dólares. No te vaya en rojo que son 300 dólares. No estacione ahí que son l25 dólares”, es decir no te dicen que es porque debe ser la conducta ciudadana. Claro, hay sus excepciones. Pero en viajes recientes a otras naciones he comprobado que allí las leyes se cumplen, lo que no sucede en mi país. Si en Estados Unidos existe un carril para tomar un elevado y usted lo tomó por error, tendrá que subir al elevado aunque se desvíe de su ruta.

Aquí eso no pasa y lo grave es que ocurre en presencia de los agentes de la AMET, que nada hacen. Si un chofer de carro público viola un semáforo, se estaciona en lugar prohibido o se estacione en lugar inadecuado, el agente de la AMET da la espalda o lo ignora. Si eso mismo lo hace un conductor privado, inmediatamente vienen las sanciones, por eso la indisciplina.

La ley no discrimina y debe ser para todos por igual, como sucede en las naciones organizadas.

Es claro que donde se cumplen las leyes hay disciplina ciudadana. Es decir, a los ciudadanos ejemplares los hace la firmeza de la ley.

Ningún chofer, por muy padre de familia que sea o porque tenga ropa militar se le puede permitir violar una ley, aun sea subirse por un elevado o violar la luz roja. Es tiempo de establecer la tolerancia cero a las violaciones de tránsito.

El caos ya es insoportable.

Quienes manejamos “por la regla”, lucimos estúpidos ante los violares e irrespetuosos que se van en rojo y se ríen de quien no lo hace. Es tiempo de dar un giro al desordenado tránsito nuestro, aplicando la ley a todos y aumentando las multas a los violadores. Y en eso debe existir TOLERANCIA CERO.