ORLANDO DICE...

¿Fiao o al contado?

No hay dudas de que Miguel Vargas fue muy confiado con Danilo Medina, y contrario al pulpero próspero que vendió al contado, se permitió algo imposible en el comercio de estos días: el “ fiao ”. La inquietud de los perredeístas en estos días que siguen, es la misma de antes de firmar el protocolo: no acaba de llegar el situado, ni se entrega el adelanto lógico, y los nombramientos que se conocen públicamente, César Mella y Aníbal García Duvergé, no hicieron más que abrir el apetito. Hambre que espera hartura, no es hambre, se dice; pero en el caso de los perredeístas, sí es hambre, y sobre todo, espera hartura. Los reformistas, por su lado, están cogiendo puntas con los perredeístas, y no sueltan prenda hasta tener de parte del gobierno o del PLD más que una seguridad de pago. No quieren que les pase como a la mujer que confió sus caricias a un hombre, y al otro día, entre sueños, oyó que le decía: “Ahí te dejo para el pollo”, y cuando se levantó y buscó solo halló tres granos de maíz. La cubeó a lo claro. Ahora, surge la pregunta: ¿Actúan Quique Antún y compartes con prudencia o alguna experiencia anterior los obliga a ser cuidadosos? Lo de la Cancillería fue un golpe fuerte...

ENGAÑO DEL SIGLO.- La situación que se crea negociando arriba, pero sin participar suficientemente abajo, va a terminar en el engaño del siglo. A menos que se tomen algunas previsiones. Alguien se atrevió, porque siempre alguien se atreve, a ir al Tribunal Superior Electoral y poner en auto al PLD: No puede hacer reserva de candidaturas, así por así. El PLD no quiere pleito con esa alta corte, y de manera personal, dirigentes, incluso miembros del Comité Político, dan aquiescencia al fallo, sin entrar en consideraciones sobre las consecuencias. Si internamente se decidió una cosa, y ahora una instancia de fuera, pero con propiedad, la anula, ese efecto contrario tiene que provocar algo más que fastidio. Ya se probó suerte, existe lo que podría llamarse jurisprudencia, y cuando uno se atreve y no le pasa nada, muchos otros pudieron hacerse los graciosos, y contravenir, ya no como principio general, sino con casos específicos. La capacidad de negociación del PLD o de la reelección podría achicarse, y ser los aliados—potenciales o reales – quienes paguen las habas...

LOS SARGENTOS EN PIE.- Los liderazgos en los partidos pueden ser fuertes, pero no tienen capacidad, ni oportunidad, ni vocación, de avasallar la evidente revuelta de los sargentos. Miguel Vargas conoce de conatos, y aunque sin mayores consecuencias, y más declaración que acción, no puede perderse en lo más claro del bosque. Tiene que saber que nada arde a lo loco, y que un humito, por muy pequeño que sea, podría alterar el ecosistema. La quema de carbón, por ejemplo. Y en política peor. El presidente Danilo Medina tiene que darse cuenta, por igual, que entre los suyos hay muchos locos difíciles de bañar, y que el tratamiento de manguera, moja, empapa, pero no limpia, y que en determinadas condiciones, el jabón resbala. El recurso ante el Tribunal Superior Electoral pudo haberse extraviado en el camino, y no llenar su cometido. Sin embargo, no se hizo la diligencia, y ahora no queda de otra que a lo hecho, pecho. El candidato no quiere ruidos innecesarios, y lo del TSE se asumirá como un pinchazo de prueba sin necesariamente llegar a inyección...

CON TANTOS ORFEONES...- La gran pregunta es cómo evitar los ruidos con tantos redoblantes en manos de compañeros que aspiran, y que incluso tienen montados verdaderos orfeones. El peledeísta Manuel Jiménez no dice que haya que matarlo por la alcaldía de Santo Domingo Este, como el perredeísta Francisco Fernández en Santo Domingo Norte, pero su actitud podría ser un desafío con consecuencias. Domingo Contreras tampoco llega a esos extremos en procura del ayuntamiento del Distrito Nacional, pero tiene dividido al Comité Político, por lo que el caso de la capital no puede pasarse por alto. Sin dudas un trance de alta política, y si no negocian arriba los líderes, por lo menos habrá que propiciar un arreglo en ese organismo. Los peledeístas hasta ahora tienen un buen promedio de entendimiento, pero como se dice popularmente, Santa María no está detrás de la puerta todos los días. Pero a cualquiera se le zafa un tiro, o se le muere un tío, y aunque entre los peledeístas los desaprensivos crecen como la verdolaga, la retención del poder obliga a transacciones...

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