MI PALESTRA

Así no!

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Germán MartínezSanto Domingo

Dicen que la desesperación es vulgar, que lejos de lograr éxitos somete a quienes la sufren en víctimas de las consecuencias negativas de las mismas.

En política la desesperación demuestra que las cosas no marchan bien, que hay que hacer escándalos, inventar, descender en el nivel y mostrar que se les hace imposible ganar el favor del pueblo en buena lid.

Era lógico esperar acusaciones del supuesto uso y abuso de los dinero del erario, de obligar a los empleados públicos a participar en actos pro-Danilo pero pretender decirle al país mentiras como lo de las visitas sorpresa del Presidente, y ahora lo de las exoneraciones es irrespetar la inteligencia de los dominicanos.

El festival de impuestos únicos, de exoneraciones fue en el desgobierno de Jorge Blanco, y ni siquiera en el fallido intento de reelegir el otro desgobierno de Hipólito se le ocurrió a nadie por lo negativa que fue la experiencia repetirla.

Danilo tiene fama de tacaño, de haber sometido al Estado a una rigurosidad en el uso de los dinero que ni los amigos pueden ayudar a sus amigos.

Además Danilo no necesita acudir a eso, todo dice que gana sin problemas, que hay que buscar los votos, pero el PLD es una formidable maquinaria que unido al PRD es casi invencible.

Ellos si no suben, los números no los favorecen, la desesperación y meteduras de pata le restan, y andan haciendo campañas sucia algo que no se ve bien en un hombre como Luis Abinader que luce atrapado, víctima de la mala compañía que le resta apoyo y lo hace aparecer ante el país como un desesperado que echa mano de cualquier cosa con tal de lograr por lo menos un posesionamiento consono con las expectativas que le vendieron.

Pero algo deben entender, algo debe quedar claro, no se gana mintiendo, ni presentado el país como tal, ni faltando el respeto a los otros, la política es un ejercicio de inteligencia, por eso el fracaso de algunos, no podemos seguir trillando el camino de tiempos superados para tratar de endilgar al contrario lo que fue accionar de los que acusan.

Así no, deben revisarse, están desesperados, pero eso no les da derecho a la falsedad ni la calumnias, ni a seguir creyendo y tratando al país como desmemoriado al que se le puede decir lo que sea sin temor a que recuerde que eso lo hicieron los que hoy acusan , repito la desesperación es vulgar y hace más mal que bien.

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