Miguel contra Satanás

Dios creó a seres espirituales llamados ángeles, seres poderosos que le sirven y funcionan como mensajeros suyos. Y además, creó arcángeles, o sea, príncipes angélicos como Miguel, “el gran príncipe” que está de parte de los hijos de Israel, según revela el profeta Daniel. (Miguel significa ‘¿quién es Dios?’). En la Biblia, Miguel es, pues, el ángel por excelencia, el vencedor de Satán, el jefe de los ejércitos celestiales y protector de Israel.

San Judas Apóstol lo identifica como arcángel: “Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda” (Jud.9). En cuanto a la disputa por el cuerpo de Moisés, Satanás deseaba, al parecer, dar a conocer el lugar de su sepulcro a los israelitas para tentarlos a adorarle, pero Miguel se lo impidió.

El arcángel también se enfrentó contra las fuerzas de maldad, según la visión de Daniel: “Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia”./ “Pero yo declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe” (Dn 10:13,21). Los “príncipes” de Persia son demonios que ejercen influencia sobre los mencionados reyes, conforme a los intereses de Satanás. Miguel tiene que luchar contra ellos.

En el cielo, Miguel condujo la guerra contra Satanás: “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo” (Ap 12:7). El Apocalipsis lo presenta como enemigo y vencedor de Satanás.