EL BULEVAR DE LA VIDA
Eduardito y el PLD

Eduardito El niño “Diez millones” es pobre, hijo de una adolescente de 16 años, y nació mediante una procedimiento de cesárea en un hospital público. Edward Emmanuel es un símbolo de la niñez y la sociedad dominicana. “¿Qué más veremos arder?” Cada día, más niñas paren niños que en su inmensa mayoría no tendrán la figura ni el apoyo de un padre. Y la madre, como tendrá que trabajar para mantenerlos, desde que el niño aprenda a caminar habrá de dejarlos al cuidado de una vecina o quizás solo en la casa, ante la falta de unas estancias infantiles que sólo este gobierno se ha dignado a construir, aunque la ley que lo manda cumplió 12 años de puesta en marcha. Ya se sabe que 8 de cada 10 niños nacidos en el país en los últimos ocho años son hijos de madres solteras, pobres en su inmensa mayoría.
Una señal de alerta Edward es una señal de alerta, un “no va más” que quiere decirnos que toda iniciativa para reducir la pobreza, y especialmente los embarazos entre adolescentes, es insuficiente, que es urgente educar sexualmente a nuestros jóvenes desde la ciencia, la tolerancia y el respeto al otro, y no desde el oscurantismo medieval. Torquemada está muerto y la Inquisición superada. En un país que en pocos años estará compuesto mayoritariamente por niños y adolescentes que no habrán tenido en esos fundamentales primeros siete años de su infancia quien les eduque desde un régimen de consecuencias, ni una figura de autoridad cotidiana porque la madre estará ausente para poder mantenerlo y el abuelo sigue en el campo o vive muy lejos, en un país así, ya digo, no podemos perder un segundo. Un país es del tamaño de los hombres que forma y los valores que les inculca. Si no somos capaces de crear ciudadanos comprometidos con un Estado de Derecho, con el respeto al otro; si no formamos ciudadanos que no tengan ese enfermizo -por fundamentalista- sentido absoluto de SU verdad, si no lo hacemos, no podremos aspirar a vivir en democracia y mucho menos en la paz, en la seguridad que cada día vamos perdiendo. Edward es un mensaje.
El peligroso “laissez faire” morado, Y mientras Edward es un mensaje, lo del PLD es un desmadre, el striptease “de una mina ya sin chance por lo vieja”, una dama “fané y descangallada”, como en el tango. Por favor, ¿Y este cambalache, profesores? Metido ya de lleno en la lucha electoral, a uno le preocupa este destape afrancesado de “laissez faire, laissez passer” del gobierno peledeísta, ese recurrente dejar pasar y no explicar ni condenar, censurar ni cancelar nada ni a nadie. El plan de favorecer a miembros del PLD con “facilidades” para la importación de vehículos, con una central del transporte como “preservativo comercial” o pantalla ha sido denunciado por los propios peledeístas NO favorecidos por la cosa. No son vulgares exoneraciones de las de antes, sino un “truqueo” al que llaman “facilidades”, pero que igual debe ser detenido cuanto antes y sobre todo explicado, y si hubo un error, un exceso, si alguien mintió, debe pagar por ello. Los escandalosos videos de funcionarios o jefes provinciales del partido de gobierno inundan las redes sociales y ya hasta los diarios nacionales. Todo ocurre pero nada pasa.
A este paso, al PLD también algún día “solo le quedará París”, (ya sin abril, ay). Los morados deben luchar por ganar en el presente (elecciones), pero sin sacrificar el futuro, (las próximas generaciones). Muertecito de éxitos como está el PLD, ahora es, ahora es o no será. Con su permiso.