El nuevo Darío
Me permito ante todo expresar las más sentidas gracias al Gobierno dominicano, presidido por el excelentísimo señor Presidente de la República, Lic. Danilo Medina Sánchez, por la regia inauguración del moderno hospital que lleva el nombre de mi padre, Dr. Darío Contreras. Se considera que este hospital es el más avanzado de su tipo en nuestra región. “El Darío”, como ha sido bautizado por la población el Hospital Docente Universitario Dr. Darío Contreras, fue originalmente inaugurado en el mes de julio de 1960, Recuerdo haber asistido en compañía de mi padre a dicha inauguración. El nombre de este centro traumatológico fue dispuesto por el propio dictador Rafael Trujillo, como un homenaje en vida al cirujano que se atrevió a intervenirlo por una seria infección causada por un forúnculo de ántrax en su cuello, después que sus médicos de cabecera se resistieran a operarlo por temor a un desenlace desafortunado. Esta operación ocurrió el 30 de mayo de 1940, dándole al dictador 21 años más de vida hasta el 30 de mayo de 1961. Esta prolongación de vida no pasó inadvertida para algunos que pidieron, por supuesto después de muerto Trujillo, que el nombre del hospital fuera eliminado y reemplazado por otro, a lo que la Asociación Médica Dominicana de entonces se opuso por la limpia trayectoria del Dr. Contreras. Por supuesto que la operación de Trujillo suscitó muchas historias y anécdotas. Sin embargo, no es nuestra intención relatarlas en este espacio, ya que las mismas son de conocimiento general y han sido narradas en diversas ocasiones por otros prestantes interlocutores. Con la inauguración del nuevo “Darío Contreras” por el presidente Danilo Medina se ofrece otra muestra palmaria del interés del presente gobierno por la salud y la educación del pueblo dominicano, especialmente por ser dichas facilidades un centro hospitalario modernísimo dedicado a la asistencia de las clases más necesitadas de nuestra población. El Presidente en su alocución al entregar este bien equipado hospital así lo hizo saber en términos muy enfáticos, responsabilizando a los funcionarios del ramo sanitario mantenerlo operando para el beneficio de la población pobre y evitar que el mismo se convierta en otro centro médico para las clases más pudientes. Ojalá este deseo del presidente Medina se cumpla a cabalidad, pues el Dr. Contreras brindó sus servicios profesionales sin distingo de situación económica o social del paciente. Así se le rendiría el mayor homenaje a quien fuera el Dr. Darío Contreras.