En la diana
Primer Tiro Hay por lo menos tres elementos a considerar a la hora de evaluar los impactos de las medidas del Banco Central orientadas a controlar el exceso de devaluación que se registró durante las primeras semanas del año en curso. El primero es el necesario carácter transitorio de dichas medidas, lo cual debe ser bien ponderado por empresarios e inversionistas, pues si las medidas son transitorias, también lo serán sus efectos sobre las tasas de interés.
Si los mercados las interpretan así, entonces debería esperarse que las empresas retrasen sus contrataciones de préstamos, y que aumente la oferta de venta de títulos de deuda y de otros instrumentos de renta fija del mercado secundario.
Las tasas de interés reales y los rendimientos del mercado de valores estaban muy altos, y un nuevo aumento permanente de estas variables no es recomendable, y tampoco es consistente con una necesaria tasa de crecimiento de la economía cercana a la potencial.
Segundo Tiro El segundo elemento a considerar es la relación entre la magnitud de restricción de la liquidez y los efectos de las mismas en los mercados cambiarios y financieros. Aunque a la fecha sería prematuro evaluar los impactos de las citadas medidas (hay que esperar a que las mismas se transmitan completamente a través de los canales monetarios y crediticios), los datos disponibles indican que los mismos ya se empiezan a sentir. Debido a un aumento de dos puntos porcentuales del encaje legal, los depósitos a un día de los intermediarios financieros en el Banco Central se redujeron en RD$ 11,722.6 millones al día 12 del mes en curso con respecto al día anterior, y la tasa de interés activa preferencial promedio (la que más rápido se ajusta a las condiciones monetarias) hasta el día 16 del mes de febrero ha aumentado en 104 puntos básicos con relación al promedio del mes de enero. Entre el 9 y el 17 de febrero el tipo de cambio promedio ponderado de venta se redujo en 17 centavos, y la tasa de devaluación interanual se redujo del 4.4% durante los primeros 7 días laborables del mes de febrero, al 4% acumulado durante los primeros 13 días laborables de dicho mes.
Tercer Tiro El tercer elemento a considerar es el costo de las medidas comparado con el costo, de permitir que la tasa de devaluación continuara acelerándose.
Si la demanda de dólares no se hubiese desbordado (entrando en contradicción con los efectos esperados del choque externo positivo que representa la gran disminución de las importaciones de petróleo y combustibles, con el aumento de las exportaciones y con la disminución del monto de los pagos en dólares al subsidio y a las empresas eléctricas), no hubiese sido necesario pagar dicho costo. Pero como ha dicho el mismo Gobernador del Banco Central, un aumento en el nivel y en la volatilidad de la inflación es mucho más dañino para la economía que un aumento de la tasa de interés. El impacto de la restricción monetaria sobre la tasa de interés es predecible y calculable, pero el impacto de la devaluación sobre la inflación no, y el mismo puede tener carácter multiplicativo si las expectativas cambiarias también se desbordan.