FUERA DE CÁMARA
La destitución de Salazar
Le hacen daño a Leonel quienes salen a defenderlo de acusaciones estúpidas propaladas por gente sin ninguna credibilidad que sólo busca protagonismo político y figuración pública tratando de colarse a la principalía del debate nacional sin las condiciones mínimas. Humberto Salazar se pasó de leonelista, se dejó llevar de la ira y le atribuyeron el error de emplazar a José Ramón Peralta, el ministro Administrativo, a pronunciarse sobre acusaciones perversas contra Leonel, dejando entrever que el gobierno estaba detrás de esa campaña difamatoria. Él luego lo negó. Pero la reacción no se hizo esperar. El Presidente Danilo Medina lo destituyó como coordinador de la Comisión de Reforma del Sector Salud, una posición devaluada pero con jerarquía de Estado y presupuesto discrecional que para algo tenía que servirle porque él nunca renunció. Salazar lleva tiempo como abanderado de la causa leonelista y no deja pasar una sin responder, hasta que anteayer provocó el enojo de Danilo al dejar entrever que el gobierno está detrás de una falacia que no resiste el análisis más elemental. La “defensa” a Leonel le ha dado cancha a una denuncia que no había salido de los círculos interesados que la venían propalando sin ninguna trascendencia hasta el desmentido emplazamiento de Salazar a Peralta que evidentemente molestó al Presidente Medina. Una baja sensibleEl gobierno pierde a un buen colaborador, quizás no tanto en el ámbito laboral pero sí en el político. Salazar proviene del sector más fanatizado del Partido Reformista, donde pasó sus mejores años de juventud y fue de los más ardorosos defensores del Frente Patriótico que lo acercó a Leonel pero más a Margarita. Su papel en la campaña electoral pasada fue destacada y junto a Vinicio Castillo Semán llevó la parte más agria de denuncias y descalificaciones contra Hipólito Mejía, sobre todo cuando las encuestas le daban una alta ventaja al PRD y parecía imposible que perdiera las elecciones. Salazar se maneja muy bien en los medios y su capacidad de exposición, su locuacidad y conocimiento del medio político local le han hecho ganar un espacio en la televisión de opinología nocturna que puso gratuitamente al servicio del Partido de la Liberación Dominicana. Su motivación, sin embargo, es Leonel Fernández, pero igual le sirvió con lealtad y desprendimiento al gobierno de Danilo Medina hasta hace dos días cuando fue destituido tras su imprudente emplazamiento a Peralta. Suelto y en la calleLa destitución de Salazar no favorece en nada al gobierno de Danilo Medina, aunque al parecer se saca un clavo del zapato. En la práctica, su salida lo deja en libertad para asumir una vocería anti gobiernista que en nada favorece al danilismo, aunque en el gobierno sobrarán quienes subestimen sus capacidades y credibilidad. Salazar, sin embargo, tiene permanencia constante en las redes sociales, edita un periodiquito digital para perifonear sus andanzas políticas, acude con regularidad a los programas de televisión, tiene el suyo propio todas las noches, junto a Vinicito, y si se lo propone es callo doloroso en pie sensible. En términos profesionales es un médico de ejercicio liberal próspero, no necesita estar en la nómina pública para vivir de forma holgada y políticamente le conviene estar fuera del gobierno para dedicar tiempo y recursos a la campaña por el retorno de Leonel reagrupando el Frente Patriótico. Aparte de liberar un pique, Danilo no ganó nada destituyéndolo de la posición intrascendente que ocupaba... Eso creo.