Todavía hay tiempo

En un supermercado de la ciudad me encontré con Jose Ángel. ¿Quien es él?, no lo se. Lo vi por primera vez. Que tiene ese encuentro de particular, uno se encuentra cada día con personas en lugares públicos y nada pasa. Haberme juntado con Jose Ángel me sirvió para conocerlo y para que él me viera personalmente, porque conocía mi rostro por la televisión y el Listín Diario.

Me dijo que espera cada domingo este diario para leer mis artículos, lo que hace desde hace por casi 8 años.

Este “amigo”, a quien le agradezco dedicarme unos minutos de su tiempo cada domingo, me inquirió sobre Monte Grande, obra para la cual, según él, hay tiempo de sobra para terminarla. Me dijo que conoce esa presa, o ese proyecto, por cada uno de mis artículos.

Sabe de su ubicación, de su costo, del tiempo que lleva en carpeta y de los beneficios que aportará cuando esté concluida. Sin embargo estaba preocupado porque hace cinco semanas que no leía nada de Monte Grande en mi columna. Me dejo la inquietud y me puse a revisar, ciertamente tenía, varias semanas sin tocar el tema. No era que no me preocupara. Es que amigos legisladores de la región me habían convencido de que a Monte Grande no lo iba a parar nadie, porque Danilo Medina así lo había prometido y no dejaría su palabra en el aire. Jose Ángel me hizo entender que las cosas no iban por ese camino. Me recordó que todos los presidentes, desde l962 a la fecha habían prometido la obra y hasta ahora nadie había cumplido.

Leyendo las declaraciones de Virgilio Pérez Bernard, presidente del Consorcio Azucarero Central, veo que realmente Monte Grande sigue siendo un sueño. Yo estaba convencido de que en el 2016 la obra seria inaugurada, pero éste próspero empresario, que cree en el Suroeste y que invierte cuantiosos recursos en el antiguo Ingenio Barahona, no está tan seguro de que el proyecto vaya por el mejor camino. Por eso él acaba de RECLAMAR al presidente Danilo Medina que disponga la construcción urgente de Monte Grande. Pérez Bernard arrendó al estatal IAD el proyecto de Reforma Agraria Aguacatico para integrar esas tierras a la siembra de caña. Eso elevaría en 100 mil toneladas más la cantidad de azúcar producida en el antiguo Ingenio Barahona.

Es ese empresario, que está invirtiendo en el suroeste y que desea que nuestro azúcar compita en el mercado internacional, quien se une a las voces que reclaman la construcción urgente de Monte Grande. Si de verdad nuestro presidente está preocupado e interesado en desarrollar esta región, SU REGION, no debe retrasar más la terminación de esta obra. Tiempo para Monte Grande… también hay de sobra.