De justicia ...y política

Cuando los casos judiciales se convierten en casos políticos, no se puede esperar la administración de una buena justicia. Esta es la tipificación del caso Procuraduría General contra Félix Bautista. Y esto ya lo ha intentado la Fiscalía del Distrito, en la misma línea, con el caso contra Víctor Díaz Rúa. Estos casos, evidentemente políticos, tienen un objetivo claro: Leonel Fernández. Son casos alimentados por segmentos del oficialismo, rabiosos políticos opositores desesperados por llegar al poder y comunicadores públicamente desafectos a Leonel y al PLD, en una gran combinación explosiva y perversa cuyo propósito es tratar de impedir que Fernández sea candidato y, menos, que llegue al poder en el 2016. Contra Félix Bautista la Procuraduría ha quedado delatada en su propósito al no poder concretar en el tribunal, y en pleno juicio en marcha, las pruebas que dice tener y que ha propalado, sobre la alegada corrupción y lavado de activos de que acusa al legislador. Ante esta encrucijada, ¿qué ha hecho la Procuraduría? En un golpe bajo al procedimiento judicial, lanza una nueva andanada mediática sobre las acusaciones que contra Bautista no ha podido demostrar con pruebas en la sala de audiencia. O sea, ante su pobreza procesal en el tribunal, la Procuraduría pone a Félix Bautista ante el ‘paredón moral de la sociedad’. Pero también a la Justicia, a la que esa jauría de políticos y comunicadores culpa de ser ‘amanuenses de Leonel’. O sea, si como todo apunta, la Procuraduría no logra condenar a Félix Bautista; por sus torpezas al montar un expediente carente de pruebas sólidas, persigue que el Senador sea, como quiera, condenado ante la población y que la Justicia ‘quede evidenciada’ como cómplice. ¡Cuánta maldad y perversión!