PUNTO DE MIRA
Guido lucha contra molinos
Guido Gómez Mazara no le teme al futuro, es más, lo desprecia. Es valiente y obstinado y quiere que todo el mundo lo sepa. Perdió un combate contra Miguel Vargas Maldonado y tomó sus libros de Derecho, hizo una lanza y se lanza al galope contra los molinos de viento que se oponen a su carrera política. Los jueces del Tribunal Electoral convertidos en molinos o los molinos convertidos en gigantes son ahora su obsesión. Invertirá todo el tiempo que sea necesario para endilgarles en su cara que no cree en el brujo que los hechizó con mala fortuna para él. Guido es porfiado y no teme al tamaño del adversario. Ahora usará las armas de la denigración contra los magistrados. De lucha política a judicial pasa ahora a la confrontación quijotesca. Y lo peor es que lo sabe y lo dice por adelantado. Pero no le importan las advertencias que le hacen los sanchos de su entorno. Por más que le digan que suyo es la política, que se dedique a preparar la ofensiva estratégica porque retroceder no es cobardía, no lo entiende. El ego nubla sus lecturas como al Caballero creado por el Manco de Lepanto. Tanto talento dilapidado por un devaneo. Las experiencias de los últimos años le pasan por encima. En vez de dedicarse a su proyecto enfrenta un combate con fuerzas externas para abogar en el umbral de la Suprema Corte en busca de amparo. Son brincos con trazas faranduleras. No ha entendido que luego de un combate solo queda limpiar las heridas, enterrar las bajas y prepararse para el próximo enfrentamiento. María Luisa Landín le diría que “hay que saber perder”. Tiene que llegar al conocimiento de que apostó y perdió. Guido debe abonar lo que esto significa y resumir las experiencias. Hacer su pequeña marcha hacia lo interno del PRD y refugiarse en el trabajo político con sus compañeros para validar una posición de fuerza. La lucha política se inicia dentro de par de meses con aspirantes a cargos municipales y congresuales. Ser el contraste de MVM le daría fortuna política. Si mira con ojos lúcidos verá que en el PRD tiene poca competencia. Él llena el hueco dejado por los de Hipólito. Guido debe abandonar los molinos de El Quijote y ponerse a trabajar política. Estar en primera fila en la nueva correlación de fuerzas sólo depende de él.
