Nuevo orden sin ideologías

Hoy día el terrorismo, la extorsión, el secuestro, el rapto de menores y el narcotráfico, atentan a las ideologías colapsando los principios que las sustentan. El financiamiento generado por el crimen organizado se justifica en la lucha contra la falta de equidad que no ha encontrado respuesta en el sistema de partidos políticos. Las instituciones están dominadas por la corrupción, oscureciendo el camino de la institucionalidad que debe primar en un sistema de derecho. La justicia y su débil administración han abierto las puertas a las negociaciones en un mercado minado por la compra y venta de sentencias que distan por su contenido de ser ejemplarizantes. En este nuevo orden criminal el sentimiento patriótico es el valor más afectado de nuestra sociedad. Todo está supeditado a los favores y prebendas que se agencian usufructuando los recursos del Estado. En una situación como la actual, donde la soberanía de la nación dominicana no encuentra consenso en las fuerzas políticas, es un ejemplo fehaciente de que cada facción juega a los intereses mercuriales y no a lo innegociable de una identidad alcanzada por las luchas de hombres y mujeres que ofrendaron sus vidas para que su descendencia respirara el aire de libertad que implica proteger nuestra frontera. Hoy la voz mancomunada de una nación con alta estima nacionalista se ausenta por la mediatización traidora de un grupo que solo vale en la medida en que acumula riquezas. Es tiempo de gran preocupación, de reflexionar en esa generación que nos sigue carente de paradigmas forjadores de valores y educadores de una historia que como la nuestra, es rica en sus luchas independentistas. Hoy la voluntad de todo un pueblo debe confluir exigiendo respeto, no solo a nuestros héroes, sino al deber sacrosanto de sanear nuestro territorio de una conspiración que cada día se orquesta para fusionarnos con una cultura adversa a nuestras creencias, costumbres, y sobre todo, al dominio sangriento y despiadado al que pudimos poner fin el 27 de Febrero de 1844.