ORLANDO DICE...
La carta de Vinicio Castillo
La carta del diputado de la Fuerza Nacional Progresista Vinicio Castillo Semán, se explica por si sola. Sin dudas recoge un poco las velas, y aunque sea el mismo viento, la embarcación se moverá más despacioÖ PUNTUALIZACIONES Estimado Orlando:He leído tu columna del pasado sábado y es mi interés le puedas dar cabida a las siguientes puntualizaciones, que creo importantes con motivo de la presentación del Proyecto de Reglamento de la Ley 169-14. a) Nuestra firme actitud de defensa de la soberanía nacional y de la Constitución de la República no tiene nada qué ver con asuntos políticos partidaristas o apetencias de tipo personal o grupal. De lo que se trata es, como dijo Roberto Rosario, presidente de la JCE, que la identidad y la independencia nacional nunca habían estado tan amenazadas como hoy, ante la abierta e indignante presión de las potencias de querer que nacionalicemos como dominicanos a más de 500,000 haitianos que alegan haber nacido en el territorio nacional, con lo cual se pisotea y echa a la basura lo dispuesto por la Constitución, el Fallo del TC y la propia Ley 169-14. b) Es absolutamente falso que mi padre Marino Vinicio Castillo haya imputado al presidente Medina ningún acto de cobardía. Eso es fruto de una manipulación vulgar, ya que a lo que él se refirió, y está grabado, en el Altar de la Patria, fue a que era un acto de cobardía llevarle al Presidente para su firma un Proyecto que lo hace desdecirse de sus propias palabras de La Habana y de su propia ley 169-14. También es fruto de una manipulación malsana decir que quien suscribe ha amenazado o chantajeado al presidente Medina al decir que abandonaríamos el gobierno, en caso de que éste firmara el proyecto reglamento con un texto antinacional. Fue ante una pregunta de don Álvaro Arvelo en el Gobierno de la Mañana, en el sentido de que si la FNP permanecería en los cargos del gobierno si el Presidente firmaba el Proyecto tal cual fue propuesto, cuando respondí que de ocurrir no tendríamos espacio en su gobierno, lo que es obvio porque, contrario a lo que creen muchos, no existe para nosotros ningún interés superior a defender la República en un momento crucial de su historia, no importando los sacrificios y las consecuencias que esto implique. c) En cuanto a la cuota de poder de la FNP y de su participación en el gobierno, es importante recordar no son dádivas ni favores, sino el producto de una alianza programática y de una coalición política fruto de la cual el presidente Danilo Medina está en el Palacio Nacional. No así con el interés de lucrarnos ni convertir instituciones en huacales, sino con el alto fin de servir a la nación, como lo hemos hecho. d) En cuanto a lo que te refieres a mí y la diputación, te recuerdo que esa posición tampoco nos la regaló nadie. Es de la Fuerza Nacional Progresista ganada en votos en las urnas en los últimos veinte años por mi hermano Pelegrin. El hecho de que, ciertamente, le agradezco al Presidente Medina su determinante apoyo cuando se conoció la terna en la Cámara de Diputados, en modo alguno significa que alguien piense que van a callar o mediatizar mis posiciones en defensa de la República. Tan pronto fui electo, fui al Palacio y le di las gracias al Presidente, como él me las dio a mí la noche del 20 de mayo del 2012, en la suite presidencial del Hotel Hilton, cuando fue electo Presidente, resaltando mi participación fundamental en su victoria. e) Lejos de presionar indebidamente al Presidente, tenemos nuestra conciencia tranquila de que lo estamos protegiendo, aunque algunos “tumba polvos” que le rodean intenten intrigarnos con él. Estoy convencido que si Danilo Medina cede a presiones internacionales y a los consejos del Ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, y firma un Reglamento contrario a la Constitución, a su propia Ley 169-14 y a la fe inmensa de la República en él, entregando nuestra soberanía, cometerá el error de su vida, hundiéndose históricamente, episodio del cual no se podrá recuperar jamás. Sus verdaderos amigos son los que le dicen la verdad, sin lisonjas y sin temor. El que quiera interpretar lo contrario, estaría cometiendo un gran desatino. Saludos, Vinicio Castillo Semán