Danilo pudo perderse
Si el entonces director de la CAASD y ex ministro de Obras Públicas se hubiera salido con la suya, el país se habría perdido la oportunidad de expresar apoyo, como ahora lo hace, a la obra de gobierno del presidente Danilo Medina. A ese señor, ingeniero Freddy Pérez, se le ocurrió encabezar una campaña en el 2012 para “modifi car” la fl amante Constitución aprobada dos años antes, para que se le complaciera su vanidad y sus alegadas “buenas intenciones”, a fi n de que Leonel Fernández fuera otra vez reelecto.
Dijo haber reunido el apoyo “espontáneo” de más de dos millones de fi rmas que él presentó y quiso hacer creer que signifi caba o equivalía a un plebiscito.
Mucha tinta consumieron los “orgiásticos” venduteros de intereses creados para alabar la “sabia iniciativa”, pero el benefi ciario advirtió con oído de “zahorí”, que su tiempo no podría continuar sin que se produjeran graves lesiones al orden público y a la continuidad de su partido al frente del Estado.
Es posible que ocurrieran acuerdos cuyo contenido aún se desconocen, pero objetivamente decidió “en un gesto que lo encumbra”, trasladar ese “apoyo irreductible” al PLD para garantizar la continuidad y garantizarse cierta seguridad si las cosas no se producían como se pensaba. Todavía no se sabe si fue en la “magna asamblea” del centro olímpico cuando se pactó la vicepresidencia de la República, o si fue en una ocasión posterior. Pero ahí está, esplendente, la exprimera dama ejerciendo de Vicepresidenta.
La lección es que “todo le salió bien” a los leonelistas de aquella época y a los que se le suman ahora pretendiendo lograr que “los nuevos vientos” lo lleven al poder, como si fuera una “chichigua azuana”, y dejando de lado el hecho de que estamos en tiempos de ciclones y que una tempestad pueda arrasar tales pretensiones. Si alguna lección debemos aprender de toda esa parafernalia de entonces es que Danilo logró ser postulado y ganar sin discusión la presidencia de la República, reuniendo “todo lo que se necesitaba” para terciarse la ñoña el 16 de agosto de 2012.
Aunque el hombre de la CAASD no se ha presentado a escena reivindicando su “referéndum” de hace dos años, no se descarta que si no lo hace él, lo hará Víctor Díaz Rúa, o el senador Félix Bautista, proclamado “hijo putativo” del líder “mesiánico” que comienza a arreglar aparejo para aprovechar el “batir de los vientos”. Parecería que no recuerdan que “nunca segundas partes fueron buenas” y que existe desde hace siglos una palabrita denominada “dialéctica” que avisa cuando están dadas las condiciones para que se produzca un evento, cualquiera que sea, así cuando no es sensato insistir en el llamado “método Fujimori”.
El caso Danilo no es único ni fue traído por la cabeza. Ha sido el producto de un programa político que se aplicó con efi ciencia y tesón hasta que se produjeran las circunstancias “dialécticas” que lo materializaran. Todos coincidimos en que la ejecución presidencial de Danilo es óptima. Esta opinión está avalada por entre el 80% y el 90% de los ciudadanos, según las encuestas recientes.
Sólo Trujillo, a la fuerza, logró en el pasado esos indicadores. El problema de los “continuistas y reeleccionistas” es que el pueblo aprueba a Danilo por transparente y efi ciente y a que arrimó el oído al corazón del pueblo y escuchó sus “pálpitos”. Caso 4% Educación y las “visitas sorpresas”.
La gente se planteará si sería bueno devolverse después de haber avanzado desde el 2012. Creo que el pueblo pudiera ver lo sensato e inteligente que sería dejar que venga un nuevo Leonel u otro nuevo Danilo, tal como se están planteando ahora en el seno de la organización política que lo ha ganado todo en los últimos comicios. No necesitaron a Bosch para esos logros recientes y no necesitarán ni a Leonel ni a Danilo Medina, sino a un “buen hombre” que signifi que la esperanza de una oferta fresca y traiga un estimulante olor mañanero orlado por “optimismo” social inspirado por la transparencia.
Esa nueva gente del PLD ha confi ado en su partido y busca los apoyos necesarios no para “encumbrar” de nuevo a lo que ya fue, sino ofrecer un “aire fresco” tipo Danilo que le de nuevas esperanzas, nuevos objetivos y trace nuevos paradigmas a esta sociedad.
Temístocles Montas, que tuvo el valor de lanzarse primero y desafi ar al “intocable”; Francisco Javier, que tuvo la decencia de auscultar con anticipación a los líderes del partido; Reynaldo Pared Pérez, que parece confi ar en sus instituciones partidarias, y Radhamés Segura quien espera confi ado a que se revalúe su trabajo en el sector eléctrico y dice tener una considerable base interna.
¿Si Danilo, que es el más valorado no va porque respeta su palabra y porque lo prohíbe la Constitución, no sería un mal negocio volver a imponer una página ya pasada?.
El expresidente Alvaro Uribe se creía que tenía “la sartén por el mango y el mango también” en la política colombiana con más de un 70% de aceptación pública cuando salió del poder, pero acaba de fracasar en su empeño por destruir a Juan Manuel Santos e impedirle la reelección intentando castigarlo porque se alejó de su doctrina belicista. Ya conocemos a Leonel y algunos se empeñaban en que siguiera al frente de la cosa pública; ahora los de siempre gastan tinta y cobran estipendios en su esfuerzo porque Danilo siga y se elaboran conjeturas acerca de uno el 16 y el otro el 20. Esos olvidan que ya Leonel se pronunció por el modelo norteamericano de dos períodos y “nunca jamás”. ¿No está él, por supuesto, descartado conforme a su propia tesis? Es mejor no hacerle caso a esas elucubraciones y entender que así como Danilo ha sido una muy agradable sorpresa para todos, debemos reconocer que la matriz peledeísta y de la sociedad no está exhausta y podría alumbrar a otro que trajera nuevas respuestas al desafío social de los próximos tiempos.
Yo creo que sí, pero no soy yo quien decide, sino los peledeístas primero y los votantes después. Tendremos que esperar porque estamos muy lejos de aquellos que en el pasado de Grecia predecían el futuro y algunos “arúspices” modernos que “leen el futuro” usando las tripas de los animales…Ahora eso se llama “mercadeo”.
No perdamos a un nuevo Danilo, pese a la insensatez y ambición del hombre de la CAASD. Es mejor no jugar al ignorante y dejar la vida fluir.