PUNTO DE MIRA

Zapatero a su zapato

La sociedad establece el rol de cada quien en la vida. Nadie se escandaliza cuando a un panadero lo agarran con las manos en la masa, ni cuando un albañil grita ¡manos a la obra!, ni cuando el sastre pregona ¡manos a hebra! Todo lo contrario ocurre cuando un político manda a callar a los periodistas. Cuando un político ordena silencio a los comunicadores lo primero que asoma a la cabeza es un gesto de tiranos. El embajador haitiano Fritz Cineas atrapó a los periodistas con las manos en las teclas, iniciando una obra de divulgación de lo que se teje en Haití. Según su interesada visión son los comunicadores dominicanos los que complican las buenas relaciones entre las dos naciones que comparten frontera. No deben decir ni esta boca es mía, según el diplomático. Nadie está autorizado para llamarle la atención ni recriminar sus expresiones. El embajador Cineas tiene patente de corzo. Puede atribuir a los periodistas las culpas de las chapuzas que hace su propio gobierno, o decir lo que venga en gana sin parar mientes. Haití, y lo reconocemos, tiene todo el derecho de comprar lo que necesite o quiera en el mercado que se le antoje. Lo incorrecto es que sus representantes mientan descaradamente y quieran culpar a los periodistas por no hacerle el juego o develar la realidad de estas acciones. En principio dijeron que los pollos, huevos y productos cárnicos dominicanos estaban afectados de la gripe aviar. Este disparo al comercio bilateral se produjo pocos días después de una reunión entre los presidentes de los dos países. Comprobada la mentira, argumentaron un agudo desnivel en la balanza comercial cuando compraban estos productos dominicanos. Ahora sabemos que Haití es defensora a rajatabla de todos los protocolos internacionales para la defensa del medio ambiente y que no acepta los artículos de plástico que elaboran los empresarios dominicanos porque son contaminantes. También reconocemos que Haití está en su derecho de comprar los plásticos en el mercado de su interés, pero, por favor, dejen el cuento de la contaminación, mejor hagan uno de vaqueros. “Es una ilusión que las decisiones haitianas en contra del comercio dominicano van en escala”. Está podría ser la próxima noticia bufa del embajador Cineas.

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