Por la unidad reformista

El Partido Reformista se manejó siempre como una gran familia alrededor de su fundador y líder... Pero muerto Balaguer, once años atrás, la dispersión de su dirigencia lo ha ido consumiendo hasta sacarlo de la competencia electoral. Aunque en su mejor época sufrió desprendimientos dolorosos ñcomo el del licenciado Francisco Augusto Lora siendo vicepresidente de Balaguer en 1969ñ, los reformistas siempre estuvieron unidos y sus diferencias terminaban en el Despacho presidencial o en la Máximo Gómez 25. Nadie le halla explicación lógica a la división de los últimos años, fuera de las posiciones clientelares arrimadas a los dos partidos contendores, devenido en círculo vicioso que amenaza su propia existencia. Convertido indistintamente en bisagra o comodín de los dos partidos mayoritarios, el Reformista ha ido perdiendo gradualmente sus posibilidades electorales en la medida en que su dirigencia, su militancia y hasta sus simpatizantes tradicionales se han dividido en cada contienda electoral. Unos se van con el PLD; otros, con el PRD... Pero siempre se dividen. Sólo la atildada dirección del ingeniero Carlos Morales que ha llevado al partido a suscribir alianzas ganadoras en las últimas dos elecciones, ha evitado la desaparición del PRSC como fuerza política importante en la medida en que accede a una parte del poder. El prestigio de Morales, además, le garantiza al Partido Reformista un trato distinguido en los medios de comunicación, respeto en todas las instancias del poder político, empresarial, social, y en los segmentos de la población que participan activamente en el partidismo tradicional. Camino a reagruparseEl IV Congreso Joaquín Balaguer ha enviado un mensaje unitario que no escapa a ningún observador político. Por primera vez en muchos años parece que se dan cuenta de que ese camino los conducirá a la desaparición. Desde la última participación electoral de Balaguer en el año 2000, los reformistas no se veían participar con tanto interés unitario como en este congreso que honra la memoria de su líder y fundador. El congreso se hizo coincidir con el 50 aniversario de la fundación del Partido Reformista, y tal vez esa fue una razón de mucho peso para garantizar la asistencia de todos sus dirigentes sin importar el sector a que pertenezcan o hayan pertenecido. Fue notoria la presencia de figuras que hacía tiempo se mantenían alejadas del partido o renegando de su dirección actual pero que acataron el llamado a la reintegración partidaria para marchar unidos por su independencia electoral. El regreso de AmableAmable Aristy Castro también está de regreso en su partido, y gradualmente lo irán haciendo otros como Héctor Rodríguez Pimentel y Jimmy García Saviñón. Se hacen esfuerzos para que los desprendimientos reformistas que en los últimos años han adquirido personería propia, retornen al PRSC dentro de una amnistía general que de igual forma dejará sin efecto las expulsiones y suspensiones de los últimos años. La idea es que el reformismo vuelva a constituir una fuerza política de principalía, que en el 2016 presente candidaturas propias no sólo a la Presidencia y Vicepresidencia de la República sino también a senadores, diputados, alcaldes y concejales. En el evento de una segunda vuelta porque ninguno de los dos candidatos punteros saque más del 50 por ciento de los votos, el Partido Reformista, de no clasificar para el balotaje, sería la pieza clave y determinaría el ganador de las elecciones. ¡En ese caso habría que ofrecerle medio gobierno...!