Prédica fallida de Hipólito

ERA LA PAZ.- Los países donde las masas, en especial de jóvenes, se han lanzado a las calles, ha sido en demanda de reformas sociales, económicas y políticas, y nunca para forzar situaciones en un partido. Para que la hegemonía sea de un bando o del otro. El grupo de Hipólito Mejía anuncia por enésima vez que va para la calle, y nadie sabe a qué, ni por qué amaga y no da, o porqué amenaza sin tener una estrategia clara. Desde el 22 de mayo del año pasado, la República tiene esa espada pendiendo sobre su cabeza. Entonces era en protesta por las elecciones, después para hacer oposición al gobierno, y ahora por el fallo del Tribunal Superior Electoral. Lo mejor de todo es que ahora reivindican a José Francisco Peña Gómez y la violencia como una alternativa válida. Interesante, pues se refieren al Peña Gómez que fue profeta de la guerra, pero apóstol permanente de la paz. ¿Dónde está la tierra arrasada que proclamó en más de un discurso o el país quemado por los cuatro costados? ¿Podrá esa prédica en boca de Mejía lograr el efecto que nunca con Peña Gómez?... AHORA, MANDELA.- La violencia que recreaba en sus discursos Peña Gómez no pasó de ser un recurso retórico que ya nadie recuerda ni utiliza, pues fue uno de los tantos errores del fallecido líder perredeísta. Todo lo contrario. Peña Gómez fue guardián de la paz, y no solo política, sino igual social, y las clases altas lo vieron siempre como un elemento de contención ante la sed de justicia de las masas depauperadas. Como fue su líder, pudo haberlas puesto en lucha, e hizo lo contrario: la mantuvo en posición anterior. Esto es, en posición de descanso. Hoy será la primera demostración de los perredeístas en las calles, y corresponde a los jóvenes, y deberán ser decenas de miles para que el efecto se sienta. En Chile, para poner un ejemplo cercano, Camila Vallejo, comunista, movilizó, cuando estuvo en las calles, centenas de miles de jóvenes en reclamo de educación... LA ARRANCADA.- La marcha-caravana de los jóvenes del PRD saldrá de la tumba de José Francisco Peña Gómez, en el cementerio Cristo Redentor, y terminará en la Casa Nacional del partido en la Jiménez Moya. El trecho es largo, y podrá verse si los dirigentes de la Juventud Revolucionaria Dominicana, por lo menos, están en forma, porque de la cúpula del partido solo se podría sacar a Orlando Jorge, que es un caminante de largo aliento en su condición de maratonista reconocido. Ahora, ¿por qué desde la tumba de Peña Gómez y no desde la residencia de Leonel Fernández? Peña Gómez no tiene nada que ver con lo que está pasando ahora en el PRD, y todo lo contario, puede considerarse víctima de sus majaderías. Los perredeístas que siguen las orientaciones de Mejía responsabilizan a Fernández de la discordia perredeísta. Lo de llegar hasta la Casa Nacional podría ser una provocación, pues cumplido el plazo del 19, lo más que se teme es un asalto al local del partido... EN EL VELATORIO.- Los perredeístas que van a lanzarse a las calles en atención al llamado del grupo de Mejía, deben averiguar cuál fue el trato que se le dispensó a Miguel Vargas en el funeral de Noel Suberví. No es que se respetara la solemnidad del acto, pues no podría ser de otro modo, habiendo sido Suberví un luchador de verdad cuando las confrontaciones eran hacia afuera, contra el balaguerismo, y no hacia adentro, contra sus compañeros, como ahora. Se habla de que además de los saludos a que obligaba la educación doméstica, hubo cruce de sonrisas, amenidades, y hasta fotos con él, como si se tratara de una celebración y no un momento de dolor. Los humores de los perredeístas no son confiables, y hay a quienes se les acabó el rencor, y no han dado el salto por temor a la represalia verbal de sus actuales compañeros de ruta, o aliados. Nada más hay que observar que hay perredeístas que se están entregando, resignándose ante el hecho de que Vargas se impone en todos los escenarios. Como los peledeístas de 1990, hay perredeístas que por lo bajo corean: lucha, lucha, que luche Jack Veneno...