Tiempo para el alma
“La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos”. Mt. 9:37. Hay muchas cosas por hacer. Las necesidades abundan, sobran. El compromiso falta, se requiere. Es que no es fácil comprometerse; es bonito ayudar, llevar algo de aliento a alguien, compadecerse, responder en un momento “equis”, pero ¿el compromiso? Eso no es sencillo; implica sacrificio, desprendimiento, desapego, dejar atrásÖ El compromiso ha de ser definitivo, no puede ser tibio, sino vayamos a Apocalipsis 3: 15, 16. El compromiso ha de estar sustentado en una buena zapata, la arena o el terreno fangoso no valen. “Los trabajadores son pocos”, la sociedad y el utilitarismo van haciéndolos cada vez más escasos; los espejitos nos distraen. Hay tantas espigas por cuidar, por recoger; la cosecha es abundante, pero faltan manos, siempre faltan. ¿Quién se ofrece? ¿Nadie se anima? Pidamos en oración al Señor de la mies que envíe trabajadores, que dé talento, gracia, favor, unción. Amén. Para comunicarse con la autora