Asesinos retan militares

Lo que está ocurriendo en el país es para pensarlo dos veces. Pareciera que un plan elaborado por mentes siniestras se lleva efecto. Luce como una provocación a las Fuerzas Armadas. La delincuencia está retando la eficacia, destreza y contundencia del aparato militar nacional. Esto no es solo preocupante, sino peligroso. Los delincuentes muestran que no tienen miramientos. No respetan sexos, edades, zonas ni ocupaciones. Han ampliado su blanco de víctimas y se ensañan con los militares y policías. La criminalidad ha dictado pena de muerte contra la autoridad. Se han invertido los roles. Los delincuentes son los verdugos de inocentes padres y madres de familia en cumplimiento de su rol social. Lo más peligroso de esta jornada delictiva es que se quiere llevar a los militares a que actúen igual que los delincuentes. Los oficiales y soldados de los cuerpos armados tienen también sangre en las venas. Es difícil contener la ira, mantener la paciencia ante la ola delictiva. Estos asesinos actúan y cuando sienten que las autoridades conocen de la autoría de sus fechorías se entregan. Buscan la protección de los tribunales. Algunos hasta logran salir bajo fianza o se escapan al castigo por algún resquicio de la ley. Los confesos asesinos no temen a los tribunales. Confían en el tiempo. Quizá haya que hacer una cárcel sólo para asesinos, con su régimen especial de custodia. La ciudadanía lamenta cómo son abatidos los militares. Compartimos el luto de los familiares de todos los que han sido objetos del atentado criminal, civiles o militares. El reclamo general es de garantía y seguridad para todos. Antes lo dije y lo vuelvo a repetir. Los policías y militares fuera de servicio no deben estar armados. Son blancos de los delincuentes. Son indefensos individuos que al portar armas atraen a los asesinos. Hay que cambiar el estilo, aunque sea momentáneamente. No es una muestra de flaqueza. Esto no indica que se está cediendo a los asesinos, sino evitar víctimas. Las autoridades trabajan en un plan de seguridad, pero en tanto se logran positivas respuestas se tiene que armar mejor a los que están de servicio y preservar los activos. Si hay una guerra contra la delincuencia se tiene que diseñar una estrategia adecuada.