”Aliarse” por la Zona Colonial

El 8 de diciembre de 1990, en la XIV Reunión del Comité del Patrimonio Cultural Mundial de la UNESCO celebrada en Canadá, la UNESCO declaró la Zona Colonial de Santo Domingo como Patrimonio Cultural Mundial e hizo entrega de los certificados que validaron tal declaración. La Zona Colonial, la primera ciudad fundada por los europeos en América, el lugar donde comenzó la historia del Nuevo Mundo, hoy languidece y los comerciantes del sector ñlos que quedan- han constituido una agrupación denominada Aliarse, con el propósito de demandar del Ayuntamiento del Distrito Nacional una revisión profunda de las directrices que esa institución edilicia ha establecido para el desarrollo de la zona. Aliarse, integrada por las Asociaciones Ciudad de Ovando y de Comerciantes y por la Federación de Juntas de Vecinos de la Ciudad Colonial y en la que participan historiadores, arquitectos y personalidades de la sociedad civil, indica que más de mil empleos se han perdido por la irracionalidad con que el Ayuntamiento capitaleño maneja la zona. Y, ciertamente, negocios emblemáticos han abandonado el lugar, entre los que cabe citar a Plaza Lama, McDonald, American Airlines, las tiendas Pily, Tarrazo, Flomar, Los Arcos, Colita, Burger King y otras que escapan a la memoria. La realidad es que la Zona Colonial ofrece un aspecto de descuido que se refleja en aceras deterioradas, una grotesca maraña de cables entrecruzados, postes ladeados y calles en las que los conductores, ante la ausencia de autoridades que impongan orden, estacionan vehículos en doble fila y hasta en algunas aceras. Si bien es cierto que la expansión de la ciudad hacia el Oeste y el surgimiento de grandes centros comerciales constituyen un motivo de atracción hacia la ciudadanía, no es menos cierto que la ausencia de políticas serias y la falta de una auténtica voluntad han sido factores determinantes para el languidecimiento de la Ciudad Colonial. Esa Ciudad Colonial en la que se erige la Catedral Primada de América, el Palacio de Borgella, la iglesia de Santa Bárbara, el Alcázar de Colón, la Casa de Tostado, el Panteón Nacional, la vivienda en la que nació Juan Pablo Duarte y edificaciones con una connotación histórica y cultural que ñde seguro por no saber apreciar su valor- no han merecido del Cabildo la atención que merecen. Parece que el presidente Danilo Medina tendrá que intervenir también en este asunto de la Zona Colonial para que no desaparezca esa parte de nuestra historia.

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