VISOR GLOBAL

El aterrizaje forzoso de Evo Morales

El aterrizaje de emergencia en Austria del avión en que iba a bordo el presidente boliviano Evo Morales, tras negarse el sobrevuelo en España, Francia, Italia y Portugal, por las sospechas que estaría allí el fugitivo Edward Snowden, es una tropelía sin precedentes. A los europeos se les olvidó la “indignación” que expresaban cuando descubrieron que las mismas filtraciones revelan que sus embajadas fueron espiadas. Además, tal y como afirmara el catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, Antonio Remiro Brotons, la prohibición del paso aéreo solo se justificaría si el mandatario fuera perseguido por un delito internacional. Aún el exanalista de la CIA se encontrara con Morales, Bolivia es soberano de darle cobijo, usando su avión presidencial como medio de transporte, porque Snowden no es un delincuente internacional. Está acusado de atentar contra la Seguridad Nacional de EEUU, un delito que no trasciende sus fronteras. Por lo tanto, cualquier país es soberano de decidir si le otorga asilo, y si está dispuesto asumir las consecuencias económicas y políticas que podría acarrear la decisión. Con esta afrenta al mandatario boliviano, las cuatro naciones europeas implicadas quedan etiquetadas como serviles a los intereses estadounidenses. Sus gobiernos tendrán que responder ante una opinión pública europea cada vez más indignada por los alcances de las escuchas. Asimismo las muestras de solidaridad de los países latinoamericanos con Morales y los pedidos de reparación atentan con distanciar aún más la región con EEUU, en momentos en que la administración Obama busca un mayor acercamiento.

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