Los parlamentos de integración

La articulación política, económica y cultural que han decidido construir los jefes de Estado y de gobiernos para la integración desde la CELAC, tiene pilares para la transparencia y participación democrática. Estos pilares son los parlamentos de integración, el Centroamericano, como expresión del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), el del Mercosur, como expresión de ese proceso de integración regional y el Andino como resultado de la integración de los países andinos. Así como nuestros Estados y gobiernos han definido una agenda de integración para el desarrollo, nosotros los parlamentos de integración regional de América Latina nos proponemos definir una agenda parlamentaria que articule las necesidades e intereses de nuestras subregiones en el ánimo de avanzar junto a nuestros gobiernos como entes en los que convergen los diferentes sectores de nuestras sociedades regionales o subregionales representados en las curules de nuestros parlamentos como garantía de pluralidad política y social. Viendo las cosas desde esta óptica, y tras escuchar que se maneja la idea de crear una expresión parlamentaria regional de la CELAC, entendemos que los tres parlamentos de integración de América Latina debemos promover nuestra presencia en esta instancia regional en construcción, llamada a borrar del lenguaje político la expresión “patio trasero” para referirse a nuestra región respecto a países o bloques poderosos que por siglos decidieron sobre nuestro destino. Estimadas personalidades que nos acompañan, honorables colegas del PARLACEN, PARLASUR Y PARLANDINO; señoras y señores, mañana comenzaremos a abordar una agenda que acerca a nuestros tres parlamentos para dar inicio a las acciones conjuntas o coordinadas, que nos permitan, bajo la sombrilla de la CELAC, compactar a nuestra América Latina de cara a una integración que nos empuje hacia el desarrollo sostenible y también a mejorar nuestro posicionamiento en el contexto de la política mundial. Los desafíos que debemos enfrentar ante un mundo en crisis, lleno de incertidumbre, de recomposición económica y política, requieren de una compacta alianza que siga empujado la segunda y definitiva ola de independencia de los países de América Latina y el Caribe, para emerger como un bloque poderoso, de mayor peso en la comunidad internacional, un bloque que sepulte las asimetrías, que promueva la inclusión social y económica para que dejemos de ser el continente más desigual. Finalmente propongo a los parlamentos de integración aquí presentes, institucionalizar esta coordinación de manera que todos los años nos veamos hasta madurar este mecanismo de acercamiento para dar seguimiento, al lado siempre de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe, CELAC, a una agenda latinoamericana orientada hacia la definición de una estrategias regional para el desarrollo. Este es un esfuerzo que defino como histórico, pues desde nuestros parlamentos subregionales y de integración avanzaremos también para ur construyendo el sueño de nuestros próceres hasta levantar sobre bases sólidas nuestra patria grande.