PUNTO DE MIRA

La caja del poder

Desde años atrás he reclamado un plan de nación para orientar nuestros esfuerzos en rumbo establecido. Un piloto no despega al azar; sabe su punto de destino y lleva combustible de más por si ocurre alguna contingencia. Llevar un país hacia cualquier año debe ser tema de mayor cuidado. Recientemente se aprobó un plan a mediano plazo y no quisiera soñar conque pasará lo mismo que con el 4%: un sueño de noche veraniega; que fue una ambición fuera de tiempo. En aviación se tiene la temida cajita negra, que sólo se abre en condiciones de tragedia y quizás de ahí el nombre porque en realidad el artilugio que registra las operaciones durante el vuelo es de color naranja. Con el cambio de mando ocurre casi lo mismo. Hasta no asentarse en la silla del poder se ignora la magnitud de los compromisos con los poderes fácticos, coyunturales, aliados, de compromiso, los compañeros de ruta, las obligaciones familiares. Es una verdadera caja negra envuelta en los colores patrios. Esta realidad podría ser menos traumática si contáramos con un plan de vuelo objetivo para elegir al mejor dotado de los postulantes. Este tendría que cumplir con el plan que tiene el país. Ese ciudadano tendría menos presiones y/o sorpresas. Estoy convencido de que cuando trabajemos con planes y metas viviremos en una nación civilizada. Es más, quizá estaríamos preparados para confeccionar un menú mensual en los hogares, para conocer el gasto en alimentos.

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