ORLANDO DICE

Fernández sale a defenderse de los ataques

ENTRE LÍDERES, UNA OPINIÓN.- El ex presidente Leonel Fernández se reunió el pasado viernes con un grupo de periodistas de los llamados líderes de opinión para ampliar lo que había dicho el jueves y que recogía la prensa del día. Fue en las instalaciones de Funglode, alrededor de una mesa redonda y mal contados fueron alrededor de treinta. ¿ Por qué habló el ex mandatario dos días de corrido sobre el mismo tema y una de manera abierta para consumo de los medios y otra cerrada para edificación de sus amigos ? Lo primero, porque es político, y en política hay faenas que no se delegan o campañas que no se dejan avanzar, pues como el cáncer matan por descuido. Lo segundo, porque ve como le pegan todos los pelotazos sin que las nuevas autoridades digan esta boca es mía en su defensa. Lo tercero, porque se le hace evidente que “el silencio no es rentable ” y de que si acepta el papel de banquito de picar carne el caldero de sus enemigos será abundante y delicioso. Lo cuarto, porque no puede dejar la cancha sola y para uso exclusivo de sus potenciales oponentes en las elecciones del 2016... NO PUDO ESPERAR.- El ex presidente Leonel Fernandez sabe que mejor que oportunidad es ser oportuno. Y que en política a veces conviene irse alante. El no solo tiene la condición de ex mandatario, sino la de presidente del PLD, y como gusta, líder de esa organización. Al ex gobernante pueden echarle peste y no afectarle en nada, pues la historia que importa no es la que se escribe en lo inmediato, sino en un futuro más lejano. Pero al jefe del PLD y aspirante a un nuevo período, no. Ese tiene que cuidar la forma y el fondo, pues si a consecuencia de todos estos cuestionamientos se produce un deterioro mayúsculo de su imagen, su preeminencia en el partido puede ponerse en riesgo. Nadie tiene mayor capacidad de liderazgo que el actual presidente. Y si todo lo del jefe de Estado es bueno, y todo lo de su antecesor, malo, los peledeístas no tienen que pensar mucho a la hora de discernir entre Danilo Medina y Leonel Fernández. Con un ex presidente Fernández apocado, no solo lo sacan de juego, sino que desmontan sus estructuras de poder. Si lo están ahogando, no puede esperar a que vayan a salvarlo, sino nadar con fuerza hacia cualquier orilla... ¿DÓNDE ESTÁN ESOS ANDALUCES?.- ¿Dónde están los senadores que juraron no dejarlo solo ahora que la pava ya no pone, o que si pone, la dejan sin huevos? Félix Bautista podrá dormir cada noche el más profundo de los sueños, sabiéndose a salvo de cualquier incursión de sus enemigos de dentro y de fuera, pero ese, al parecer, no es el ánimo de su jefe político. Este, por lo visto, se inquieta, y si duerme como un lirón, igual que su hijo político, sabe que si se descuida cualquier mañana le amanece más temprano. El ex presidente Fernández movió sus fichas, y las movió bien, para que el expediente en contra de Bautista saliera del escenario, o por lo menos no fuera debatido dentro del gobierno. ¿Dónde la correspondiente respuesta del senador de San Juan, que debió haber organizado sus fuerzas, si están dispersas, o ponerlas en consonancia, como cuando recogían firmas para validarlo como candidato imposible ? Si el ex mandatario da la cara, y busca auxilio de sus amigos de la prensa o con influencia en los medios, es porque advirtió que no basta con mirar más allá de la curva. El peligro suyo está en la bajadita... JUDAS ES SU PESADILLA.- El PRD quería freír en alquitrán al ex presidente Leonel Fernández desde la pasada campaña electoral, y su candidato Hipólito Mejía lo siguió atacando después, como si los comicios no hubieran pasado. No hay foro en que comparezca en que no suelte una andanada contra su ahora igual ex presidente Fernández. Incluso, a veces fuerza la palabra y le quita espacio a los conceptos. Por ejemplo, la denuncia del gasto excesivo durante los últimos meses del mandato es para el ex presidente MejÏa y sus seguidores como el rezo de los musulmanes, cosa de dos y tres veces al día. Como un mantra incansable o una rutina de vida. Aunque sus economistas nunca pudieron calcular el déficit en un monto justo. Ellos creían, sin decirlo, que exageraban, y más lo pensaban quienes lo oían hablar del desfase. Pues no, se quedaron cortos. Fueron las actuales autoridades, los responsables del nuevo gobierno, que dieron los números reales. Ahora, por tanto, hay más razones para freír en alquitrán al ex presidente Fernández. En las pesadillas del ex gobernante aparece Judas sonriente y feliz, ya no con treinta monedas de plata, sino con ciento ochenta y siete mil millones de pesos...

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