Las experiencias con el FMI
Producto del desorden financiero y fiscal imperante al cierre de 1982, República Dominicana fue conducida a firmar el primer acuerdo de facilidad ampliada con el FMI, en enero de 1983, en medio de grandes expectativas e incertidumbre de los agentes económicos sobre el rumbo de la política económica sustentada en fuertes ajustes. Para entonces las autoridades gubernamentales y económicas no encontraban una explicación objetiva y coherente al origen de la crisis presentada. En tal sentido se entendía que el déficit del sector externo y el exceso del gasto público eran las razones que explicaban el indetenible déficit fiscal, lo que condujo a la adopción de una política económica restrictiva en el orden fiscal que afectó el gasto público sin precedente en la economía dominicana. Sin embargo, la realidad era que el Banco Central alteró las condiciones monetarias al realizar emisiones de dinero inorgánico, como resultado del incremento experimentado en el crédito interno al pasar de RD$573.4 millones en el 1978 a RD$1,539.5 millones en el 1982 y cuya finalidad era financiar el presupuesto nacional que era deficitario. El impacto de las medidas de ajustes fueron tan contundentes que la reacción de la población se expreso en un movimiento nacional de rechazo a las mismas en Abril de 1984, esta rebelión tuvo como resultado cientos de muertos en menos de 48 horas. Esta respuesta a la política económica que se aplicó, obligó al gobierno de entonces a hacer modificaciones de lo acordado con el FMI y, en consecuencia, hubo un rompimiento con este organismo financiero. Es así como el último desembolso de dicho acuerdo hubo que realizarlo amparado en un acuerdo denominado Puente o Sombra cuya finalidad era enfrentar la situación creada y viabilizar las negociaciones futuras. En efecto, en 1985 el gobierno y el FMI firmaron un nuevo acuerdo Stand By con ciertas flexibilidades con el objetivo de disciplinar las finanzas públicas y estabilizar la economía. Las medidas económicas más importantes derivadas de este acuerdo fueron la unificación cambiaria, eliminación del subsidio a la tarifa eléctrica, liberalización de las tasas de interés y la implementación del recargo cambiario de 36%, la aparición del ITBIS con 6%, entre otras medidas de ajustes. Convencido del malestar creado y un gobierno confundido y perturbado, el entonces presidente Jorge Blanco al dirigirse a la nación el 23 de enero de 1985 señalo que: las medidas tienen como meta fundamental fortalecer y apuntalar el proceso de superación de esta crisis que padecemos. El cierre de la década de los ochenta e inicio de los noventa fue muy difícil para la economía dominicana producto de que se transitaba por una contracción económica por el orden de -5.4%, en tanto que se pasaba a una hiperinflación del 100.5%, deterioro en el sector externo, impago de la deuda externa y caída en las recaudaciones aceleraban un déficit espantoso en las cuentas públicas de 6.5%, las tasas de interés bancaria de 46% y una devaluación del peso de 59%. Pues tal situación condujo de manera inevitable a la firma de un acuerdo Stand By con el FMI el 28 de agosto de 1991, el cual implicó fuertes ajustes fiscales y arancelarios con el objetivo de lograr la recuperación de la estabilidad macroeconómica. Para tales fines se promovieron las reformas económicas de cortes estructurales para viabilizar la aplicación de las exigencias con el FMI. Sin embargo, fue necesario firmar otro acuerdo Stand By en 1993 para afianzar el crecimiento con estabilidad por lo cual hubo que reorientar la política económica. Superada la situación de crisis, la economía dominicana entro en un prolongado periodo de crecimiento sostenido, 1995-2000, sin intervención del FMI, el cual fue interrumpido durante el periodo 2002-2003 cuando la economía entró en una fase de desaceleración como resultado del manejo inadecuado de la política económica que trastornó todos los indicadores macroeconómicos, lo cual provoco un colapso bancario en mayo del 2003 y es así como el país firma otro acuerdo con el FMI el 29 de agosto de ese año, el cual fue incumplido ya que el gobierno incrementó la deuda pública en RD$488.4 millones de dólares, obligando esto a firmar de nuevo con el FMI el 16 de enero del 2004 y a partir de entonces y hasta el 2011 el país estuvo bajo las orientaciones del FMI para poder recuperar el deterioro en que se hundió la economía. El autor es economista.

