ORLANDO DICE
La situación demanda militancia
LOS TRUCOS DE CÁMARALa del pasado jueves fue una ocasión ideal para que con motivo de la presentación de la Reforma Fiscal se hubiera hecho en el Palacio Nacional una especie de performance social, económico y político. Que se hubiera permitido la entrada permanente de los periodistas, y sus cámaras y micrófonos, para que en vivo o diferido la población conociera las posiciones de los convocadores y convocados. Un ejercicio de transparencia y de honestidad en un momento de emergencia. Frente al presidente Danilo Medina y sus funcionarios, y en situación de mutua contestación, cada sector debió jugar su papel. Era conveniente observar al cojo sentado y al ciego durmiendo, puesto que ya se sabe por experiencias anteriores que cuando el cojo se para o el ciego abre los ojos, sus reacciones son distintas. Dicen que si al mandatario, o no defienden suficientemente sus intereses, y después van a la calle a sustentar posturas extremas. La idea era de que no pudieran corregirse a posteriori, y que cada cual fuera asumido como realmente se comportó... SE QUIERE MOóO BONITOEl presidente Danilo Medina se reunió previo a su presentación de la Reforma Fiscal con los legisladores de su partido, de manera que ñcomo se dice popularmenteñ les sacó su comida aparte. Reconoció su importancia como cuerpo legislativo y avanzó lo que más luego llegará en detalles a las cámaras, pues todas y cada una de las medidas serán leyes de aplicación general y obligatoria. Ese fue un flirteo oportuno y necesario, ya que entre los senadores y diputados peledeístas hay uno que otro gracioso, y podría correrse el riesgo de que quieran jugar al populismo con un asunto tan apremiante y decisivo. El consenso con sectores o entre sectores fue un esfuerzo loable, y constituye una pieza de la gobernabilidad democrática, incluso invaluable. Ahora, que nadie se pierda en el bosque de la China. Si los legisladores del partido morado no son aleccionados, ni se sienten motivados, pueden dar lugar a un trance difícil. Como trastornar proyectos, o retrasar su conocimiento o hacer coro a intereses ajenos al gobierno. Ese amarre era, y sigue siendo, fundamental... COMO CAóA PAL INGENIONo se conocen las intimidades del encuentro del presidente Medina con los legisladores de su partido, de si estuvieron de acuerdo, de si se comprometieron, de si el conocimiento de las nuevas medidas será lo que se llama entre limpiabotas “un paño con pasta”. Sin embargo, una cosa está clara: la situación demanda militancia. No se espera que las notas discordantes se originen en los bloques oficialistas, y aunque tal vez resulte excesivo, quisieran a Abel Martínez repitiendo la experiencia del Presupuesto del año pasado, cuando se ganó la mala voluntad de la sociedad civil más enconada al reclamar a sus compañeros: “Voten, honorables, voten...”. El trabajo, incluso, podría ser fácil si de verdad hubo los consensos de que se habla, ya que no harían más que refrendar los acuerdos mayores. Además, no debe olvidarse lo principal. Los males que se intentan curar se generaron en una administración peledeísta, por lo que actuar en consecuencia no solo ayuda a resolver, sino a echar tierra a lo que se supone caca de perro... LOS ABSURDOS DE SIEMPRELos políticos reaccionaron como siempre con pronunciamientos preconcebidos, dirigidos a decir que no a lo que fuera. La propuesta no tiene una página ni dos, ni la materia fácil asimilación, por lo que era justo que guardaran las apariencias. Si el gobierno se decidió por ese paquetazo, fue porque tampoco tuvo otra alternativa. ¿Qué se le aconsejó al gobierno que hiciera para cubrir el inmenso déficit que heredó? Que metiera preso a los ex funcionarios que habían defraudado las finanzas públicas y recuperara lo que se habían robado. Que eliminara las pensiones privilegiadas, desconociendo la autonomía o descentralización por ley de algunas entidades públicas. Incluso, para ponerse a tono con la calle, que le fajara a la Barrick Gold, obligándola a renegociar el contrato de explotación de la mina de oro de Cotuí. Etcétera, etcétera. Cosas todas absurdas y difíciles de llevar a la práctica. Esto es, que si no hubo luces en el gobierno, menos en la oposición. Con razón no se llamó a los partidos en procura de un mínimo de entendimiento...

