No hay apoyo

??abiendo que Hatuey De Camps no es dado a acuerdos políticos en base a cargos para él ni cuotas para su gente, lo más probable es que –pese a las visitas y lo que algunos interesados sugieren– el experimentado dirigente termine no apoyando a Danilo ni a Hipólito en los comicios del 20 de mayo, con todo y los “poderes para lo que considere” que habría de otorgarle su partido el domingo. Aunque marginarse del proceso sería arriesgarse a desgastar su propia figura o dar pie al desplazamiento de adeptos, de seguro que el emblemático dirigente se cuidaría un tanto de ofrecer un respaldo abierto a Medina (del que tiene buena opinión y no repara en reconocerle “un discurso interesante”, al margen de algunas críticas al gobierno morado), por previsión a que el casi seguro sustituto de Leonel en la jefatura del Estado le absorba o influencie demasiado su espacio político. Del mismo modo, ha recibido en su casa a Hipólito –con el perdón de culpas y daños ocasionados, incluso a su propia salud, en tiempos fatídicos–, pero lo pensaría dos y más veces antes de llegar a algún acuerdo electoral y apoyarle, porque sería desdecirse a sí mismo con respecto a lo que en carne propia sufrió, vio y oyó sobre el accionar y proceder de Mejía en el pasado (¿). Hay cosas que, por delicadeza y para que no se pierda el respeto, no pueden ser ni darse (incluso en la política, donde pesan tanto los intereses y lo conveniente), por más capacidad de perdón o de aguante que haya. Aunque el PRSD hará lo que diga y decida Hatuey, su líder y mentor, hay dos corrientes internas, una pro Medina y otra, quizá mayor, pro Mejía. El volumen de la segunda –tenemos la seguridad– se alimenta de la ilusión o falsa expectativa de “hatuecistas” que creen que tras un apoyo a Hipólito, de una derrota de éste y de la “culpa” que le achacarían a Miguel, el Cacique asumiría la principalía del PRD. ¿Ahora para qué, si a Hatuey –con el factor tiempo de frente– le han negado, con la actual, tres veces la oportunidad de ser el candidato natural del PRD? Insisto en que cuando en el PRD piensan en él es para utilizarle, para que ayude a otro a ser Presidente, nunca para encabezar un proyecto de poder con su persona, con su historia y sus méritos partidarios. Sólo por eso –y más ahora, con un candidato malo– el PRD no ha vuelto al poder ni Hatuey ha podido ser Presidente.