PENSANDO...
Meditemos
El vehículo más poderoso para aprender a vivir es la meditación; con ella distinguimos los patrones de conducta, y a partir de nuestros deseos podemos lograr la realidad de los propósitos. La meditación coloca nuestra atención en los planes y metas a conseguir y nos da la intención de acceder a la información y la energía que gravita en nosotros y no sabemos explorar. El ejercicio físico nos ofrece una buena salud, tranquilidad, relajación y mayor actitud personal y profesional; entonces, ¿por qué no meditar y con ello conseguir la respuesta a esas necesidades primarias del diario vivir? Las transformaciones se obtienen a base de la práctica de la meditación, y de no hacerlo, el resto del tiempo seguirás actuando como lo has hecho siempre. Transformar tu vida es conseguir crear mediante la meditación los cambios que deseas para mejorar tu calidad de vida y con ella la de los demás. La compensación de lo material radica en cultivar el espíritu para llenar lagunas y necesidades existenciales. El propósito de la meditación es dejar de pensar por un momento y esperar a que la neblina de pensamientos se disipe y entonces dar un vistazo al espíritu interior. El objetivo es liberar todos los pensamientos con tranquilidad y mesura. Con solo la intención, hacemos posible que nuestra esencia convierta nuestros sueños en realidades. Meditemos ahora más que nunca en lo que conviene al país y por ende a nuestro pueblo. El camino es la estabilidad para desarrollarnos con transparencia, donde la legalidad derrote la ilegalidad; en pocas palabras, donde el sistema de derecho sea la garantía para que todos los ciudadanos encuentren en la equidad la oportunidad de realizar sus metas, para de esta manera tener un país donde la justicia social y el reencuentro con los valores sea nuestra recompensa.