EL ROEDOR
Hay que desarrollar el mercado interno
“Cuarenta años después de haber sido declarada moneda del mercado internacional, al menos para los países capitalistas, el dólar norteamericano se ha convertido en el portador de un mal que podría ser llamado “el Sida de la Economía’ a nivel mundial porque tiene el poder de destruir la capacidad defensiva de las economías nacionales, lo mismo si se trata de un país del Tercer Mundo, es decir, de los que no han logrado desarrollarse como sociedades industriales, que la mayoría de aquellos que se han desarrollado aunque no hayan alcanzado el nivel de EEUU y Japón”. –Juan Bosch, 1985– A 27 años de Bosch haber dicho esto, todavía el que padece Sida o cáncer de páncreas, está condenado a muerte. En el terreno económico, esto nada tiene que ver con devaneos y teorías de los economistas. Si en 1939 el Presupuesto General de EEUU era de U$8 mil 841 millones, y la partida para el Pentágono (guerra), era apenas 1,368 millones, pero seis años después, 1945, la partida militar llegó a U$80 mil 537 millones, de un presupuesto general de 98 mil 303, esto quiere decir que el gasto militar aumentó 59 veces su tamaño en 6 años, mientras el presupuesto civil era apenas de 18 mil millones. No hay que ser un “genio” de la economía a lo Félix Calvo, para saber que desde que surgieron los EEUU hasta 1940 el presupuesto total jamás pasó de U$10 mil millones, pero para ese año, final de la Segunda Guerra Mundial, estaba en 100 mil millones. Termina esa conflagración, el gasto militar respiró y bajó a 43 mil millones en 1946, con crecimiento de la industria civil, pero en 1950 comienza la guerra de Corea, y volvió a subir 63,303 millones. Para 1964 el gasto civil y militar estaban en partes iguales: 49 mil millones, pero viene la aventura vietnamita y el aceleramiento de la economía militar y la civil (comidas, uniformes, medicinas, combustibles –que sirve para amas, pertrechos, etc.), y aumentan las famosas empresas transnacionales. Del 40 al 64 los intereses de la deuda de EEUU eran U$940 mil 540 millones. Durante 22 años el petróleo subió apenas 83 centavos: de 2.50 dólar barril (1940), a 3.33 en 1974, después de la guerra israelo-árabes y el bloqueo de los últimos sobre esa materia prima (commodities). Para el año 1981, los bancos norteamericanos habían captado de Europa y de los países árabes, U$1 billón (1,000,000,000,000). Ese dinero, que eran vuelto a prestar a los países del Tercer Mundo (la metáfora de Mao Zedong) a tasas más altas, se convirtieron en Bonos de Tesoro cuando EEUU comenzó a prestárselos a sí mimo para cubrir el déficit de su gobierno, y ese déficit, para 1985, cuando Bosch escribió el artículo de marras, era de U$200 mil millones; no obstante, debido a las altas tasas de interés, los países subdesarrollados les debían a los bancos norteamericanos U$711 mil millones (AL y El Caribe debían 350 mil millones en 1985, hace 27 años). Déficit global USAPara este año de 1985, el déficit de EEUU fue de U$2 billones, incluida la deuda fiscal (interna) de 400 mil millones. Un país con esa deuda (no hay que ser economista, ¿verdad, Rafael Herrera?), siendo el más industrializado de la Tierra, sólo para tratar de emparejarla tiene que subir la tasa de interés de sus bancos y aumentar el precio de sus mercancías; lo que trae, sin tutía, descenso de la producción industrial y desempleo. Por eso, para 1985, la industria norteamericana había acumulado un despedido de 1 millón 600 mil trabajadores y para resolver su déficit empezó a desmontar su industria liviana (maquilas) para buscar mano de obra barata en los países pobres (zonas francas). Y, como esa industria guerrera no se ha vuelto a detener nunca, hoy tienen una deuda de U$15 billones; 9.1% de desempleo (unos 15 millones de hombres y mujeres); una pobreza de 46 millones (con estadísticas), y 72 millones gringos y residentes en “búsqueda”; es decir, en la informalidad. Tal como lo predijo Bosch en 1985, USA le pegó el Sida a la economía mundial, y ellos tienen que lidiar con 120 millones de personas para quienes el “sueño americano” hoy es una “pura pesadilla”, como los “Occupy”. Apenas ayer publicó The New York Times que el déficit de cuenta corriente de USA superó tres países de la Zona Euro en 2010 con 471 mil millones de dólares frente a U$262 mil millones. Estos son: España (U$63 mil millones); Italia (U$61,000 MM) y Francia (U$53 MM), mientras Japón, el “quebrado”, ha multiplicado sus exportaciones a China desde 1989 en 14 veces. ¿Podremos salir de esto? ¡Ríanse, pero sin olvidar que cuando la yola se hunde, los fuertes lanzan al Canal de La Mona, a mujeres, niños y a los hombres “más débiles”! No preguntes por las campanas, ni me mires con los ojos brillosos: ¡están doblando por ti! Solución a corto plazo: desarrollar nuestro aparato productivo, ampliar el mercado y parar en seco la invasión haitiana. ¿Tú tienes otra solución? ¡Dila, pero no falles, como hasta ahora! Expandir el mercado interno Ahora bien: ¿cómo ampliar nuestro mercado interno y exportar más, porque de la globalización no podemos salirnos? Los empresarios no saben, porque no es reduciendo salarios. El motor de la economía en EEUU son las compras del público, y aquí quieren modificar el Código de Trabajo para reducir beneficios a los trabajadores. La economía de punta produce calidad y productividad, pero “friza” los empleos. El grito es que paren el gasto corriente y recorten la ayuda social. Dentro de la promesas, sólo he oído una oferta juiciosa de Danilo: llevar los turistas a 10 millones y alimentarlos con la producción agropecuaria criolla, lo que ampliaría la producción y crearía miles de empleos. Todo lo otro que he oído es pura güeva. (Héctor Guzmán, ¡vengo contigo!). PD: Y qué tanto es que habla Danilo Arbilla de un muerto en huelga de hambre en Cuba, y no dice nada de los cien periodistas muertos en México y Honduras.