CONTACTO
Universidad Henri Christophe
Cuando los presidentes de República Dominicana, Leonel Fernández Reyna, y de Haití, René Préval, encabezaron en la UASD el homenaje por el centenario al gran escritor haitiano Jacques Roumain, asistíamos al reconocimiento del autor de Los gobernadores del rocío y otros textos cuya excelencia literaria le han dado proyección universal. Este escritor representa los valores de la literatura junto a los principios cónsonos con la tradición humanística más esplendente. Cuando supe a través de la prensa que el presidente Fernández daría el primer picazo para erigir la Universidad del Estado de Haití Henri Christophe, como una donación del pueblo dominicano al vecino país, no pensé que en tan poco tiempo se haría realidad esta promesa. Precisamente al cumplirse dos años del terremoto que devastó la ciudad de Puerto Príncipe, y que trajo como resultado el deceso de más de 200,000 personas, fui invitado al acto de entrega de este centro de estudios superiores en beneficio de la juventud estudiosa de Haití. Es una distinción que agradezco en todo lo que significa. Aproveché la ocasión para volver a la lectura de Jacques Viau, comenzando por las palabras que escribiera para el libro Permanencia del Llanto su entrañable amigo, el escritor Antonio Lockward Artiles, uno de los dominicanos que ha hecho mayores aportes al conocimiento de la literatura y la cultura haitianas. Nunca olvidaré su iniciativa de organizar, como director de Extensión Cultural y Acción Social de la UASD, una conferencia sobre literatura haitiana que dictó la antropóloga e investigadora norteamericana June Rosenberg. A través de Jacques Viau me acerqué al conocimiento de la literatura y de la poesía en particular en forma sistemática. Aunque fue mi profesor de francés en el Liceo Dominicano, en los recesos nos acercábamos para oírlo recitar poemas de Víctor Hugo, de Baudelaire y de Rimbaud, que luego nos traducía al español. El es símbolo de una isla que los países colonialistas, en sus bregas por dominar los territorios de América, contribuyeron a hacer que nacieran dos realidades distintas en términos lingu¨.stico y cultural, generando la existencia de dos Estados que deben vivir en paz y armonía para beneficio recíproco. Jacques Viau no había publicado libro al momento de recibir los impactos que lo llevaron a la muerte, pero el Frente de Artistas y Escritores decidió publicar su obra Permanencia del llanto, que lo enmarca dentro de la poesía social o de denuncia. Su poética a mi juicio está plasmado en el texto: «Que los hambrientos comprendan que la vida les pertenece. / Que el callado plañidor de las calles, / edifique con lo que nunca sus manos han tocado / Que el viento socave al armazón del llanto. / Es preciso que el silencio deje de secundar nuestra voz. / Que las sombras depongan su hostil armadura ante la vida. / Precisamos de hombres tristes para hablar del hombre, / de mendigos trotamundos para combatir la bota. / Que los hombres de la tierra derriben los templos, / lancen corazones derribados a los dioses que predican / la muerte».