Lord Byron

Nació el 21 de enero de 1778 enLondres, Inglaterra. Toda la vida del poeta romántico inglés Lord Byron fue escandalosa y dramática. Y esto lo convirtió, paradójicamente, en un legendario héroe para la juventud del siglo diecinueve. Tenía el encanto de su apariencia personal, era el poeta que los jóvenes habían soñado; de nacimiento noble, juvenilmente bello, aureolado con la fama de aventuras, adorado por las mujeres (ellas se suicidaban por su amor), rebelde contra la ley. Era el perfecto romántico sublevado contra su época. Por sus extravagancias sexuales (en especial por la relación incestuosa que tenía con su hermana), tuvo que salir de Inglaterra y vivir en Italia y Grecia. En este último país luchó por la independencia nacional contra los turcos y murió de fiebre reumática a los 37 años. Con sus audaces versos desafiaba a príncipes y reyes e incluso al Dios de la Biblia y de la Iglesia. Si los poetas anteriores defendían ideales del bien, a favor de un mundo mejor y más puro ñcomo Schiller, Milton, Klopstockñ, Byron se envolvía dramáticamente con un sombrío ropaje, pues sus héroes eran corsarios, bandidos, magos y rebeldes, los parias de la sociedad, el ángel caído, incluso eligió como su figura predilecta a Caín, el primero de los alzados contra Dios. Por todo eso y más, resulta absurdo, para las mentes ortodoxas, el febril entusiasmo con que, por espacio de medio siglo, la juventud había convertido en dios al “enemigo de Dios”. El sabio Salomón nos recuerda simplemente la consecuencia de lo que hacemos con nuestras vidas: “Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe que sobre todas estas cosas te juzgará Dios”.