Esa no es carga de Danilo

Si no hubiese sido porque desde las alturas le reclamaron por sus declaraciones sobre la inminencia de una reforma fiscal, el senador Tommy Galán no habría tenido que intentar sacar los pies del charco, en apresurado atropello de palabras que le dejó en peores condiciones. Porque no creo que decir lo que todos sospechamos (que sin reforma fiscal o tributaria, no habrá manera de cubrir los déficits que pesan sobre los hombros gubernamentales), vaya a mermar la cantidad de votos destinados a don Danilo Medina. No es Danilo quien ha llevado la situación de la deuda del país a los niveles críticos en que se encuentra. Tampoco tiene que ver con los mil millones de dólares que debemos pagar este año por intereses de préstamos consumidos, ni con los otros mil que se necesitarán para cubrir el déficit eléctrico. Más bien creo que, si de Danilo hubiese dependido, hoy no estuviéramos metidos hasta el tuétano en un gran charco de deudas-por-préstamos, que tiene sumergido en el pesimismo a todo el sistema productivo nacional. Hay quienes conjeturan so-bre la posibilidad de que la Presidencia en manos de Medina tendría forzosa dependencia de los hilos que mueva el Presidente saliente, pero eso es especulación pura. Soy de los que creen que Danilo tiene el suficiente valor como para no sucumbir ante reclamos que vayan en contra de su método de administrar un país, y de sus principios morales. Sencillamente, porque de no hacerlo así pasaría a la historia con letras altamente vergonzosas. Su presidencia sería la única oportunidad de demostrar-se, que no es el muñequito de papel que Leonel colocará en la silla presidencial, convirtiéndose en la eminencia gris que dirija sus decisiones, o sea, en el verdadero “presidente desde las sombras” moviendo los hilos de la Primera Magistratura, gracias al dominio y control de los poderes que conforman el Estado. Si Medina gana, el color de las letras en su crónica histórica dependerá de ser auténtico o marioneta. Así de simple y complejo.