EL ROEDOR
Bosch-PLD: ¿Viviendo una ficción? (2)
A mi amigo Reinaldo Pared Pérez, presidente del Senado. Federico Henríquez Gratereaux, “enjuicia el trabajo de Bosch”, y lo hace a pasos certeros, como los grandes felinos o como los pintores de brocha gorda, fijando conceptos difíciles de rebatir por los que conocimos a Bosch y lo vimos trabajar. De todos ellos, éste es el fundamental: “La imaginación de Bosch, su configuración psíquica, no es de político, es de escritor. Podrá pasarse la vida deleitando al público con pura charla política pero no podrá dirigir con éxito un Estado. Para ese trabajo –grande y glorioso, penoso y sórdido– los requisitos mentales necesarios son otros distintos de los que, según creo, dispone Bosch. Él podrá ser un politólogo, más no un político. ¿Es Bosch pesimista? ¿Cuál ha sido su contribución a la sociografía dominicana?”, se pregunta don Federico. Este escribano, que trabajó con Federico y con Bosch, cree que ese juicio es una “proyección” (como se dice en psicología). Don Federico, que fue secretario sin Cartera en el Gobierno de don Antonio, se pintó él mismo. Bosch sí podía, en su sano juicio, gobernar este país. La radiografía más completa está en su período de 7 meses: Constitución del 1963; reforma agraria con nombres y apellidos; plan educativo; las cantinas militares, el contrato con la Overseas para construir un acueducto por 20 años para la Capital; los canales de riego; su plan de repartir a los maestros sardinas y arroz barato; las Villas de la Libertad (y así como un gran prontuario, que los historiadores dominicanos no han recogido hasta en su más mínimo detalle por haraganería o perversidad). Por ahí anda el folleto de Felucho: “¿Cómo fue el gobierno de Juan Bosch?”, que quizás don Federico no ha tenido suerte de leer. Bosch era un trabajador político completo, y con 66-76 años, recorrió el país de palmo a palmo en los primeros 10 años del PLD, no “deleitando” ni dando charlas, sino trabajo político y trazando línea. En cualquier lugar del país en que el PLD entró en problemas, ahí estaba él presente para que las cosas se hagan bien. Sólo los que no conocieron al Bosch político pueden decir que era un intelectual de oficio, que tenía que sentarse todos los días a “escribir” un tema. Ese aporte sociográfico –y no sólo dominicano– está en “De Cristóbal Colón a Fidel Castro; Trujillo: causas de una tiranía sin ejemplo; La Guerra de la Restauración; Capitalismo tardío en RD; Temas políticos (I y II); Temas económicos (I y II); la Composición social dominicana; Crisis de la Democracia; La Dictadura con respaldo popular; Historia de la pequeña burguesía en RD; La fortuna de Trujillo; Clases sociales en la RD y “Discursos”; para dejar los temas internacionales, bíblicos, cuentos, novelas, semblanzas, sus concepciones literarias, etc. Ésta es la más extraordinaria radiografía social que dominicano alguno haya leído sobre su país. Bosch fue un “clerc”, y aunque no tenía la astucia de Balaguer, sin dar prebendas, hizo maravillas. Ni don Juan, ni Duarte, fueron lo que hemos leído en ciertas plumas (nada tienen que ver con don Federico H. G.). 2.- PLD-GobiernoEn un folleto escrito por Lenin: “El Estado y la revolución”, el líder bolchevique plantea que el Estado burgués no se extingue, que había que sustituirlo por el proletario de trabajadores y campesinos; que el Estado burgués no renacería más porque la etapa siguiente sería “la emulación socialista”, tal como la espiral de J.B. Vico. El PLD se funda en 1973, se constituye en 1974, y orondo por los frutos de “la cantidad en calidad, y viceversa”, Bosch escribe antes, pero publica en 1989, “El PLD, un partido nuevo en América”, y gana las elecciones del 1990, aunque en 1986 afirmó que si “Ganaba Balaguer o Majluta, todo era lo mismo, porque ninguno iba a resolver los problemas del pueblo dominicano”. Bosch confiaba en su proyecto de un partido de “organismos”, no de individuos, ni de “aspirantes”, pero el pragmatismo lo agrietaba desde el Congreso: Max Puig, senador, se le llevó 11 diputados en 1991. El extraordinario Miguel Cocco, se agencia las fuerzas de Balaguer, y con Guaroa y Leonel, el triunfo llegó en 1996. El tríptico: realpolitik; el fin de la Guerra Fría y PRSC, no han permitido a Leonel gobernar solo. Astuto más que sus adversarios, inteligente y pragmático, Leonel hace estragos en los adversarios. Lo del PLD se posterga. 3.- Congreso Norge Botello Ni Pleno Nacional de Dirigente y con diez años sin Congreso partidario; el Norge Botello determinará si el PLD sigue el boschista, pues tal y como dijimos funciona como Gobierno, Partido y “tendencias”. ¿Vuelta al PRD? Los que tienen “fuerza” en el PLD –que no es sólo Reinaldo–, gobiernan con “su gente”, y si no es peledeísta, mejor. Los “organismos” de Bosch, sólo funciona verticalmente uno: el Comité Político. No sé si será una sustitución del Comité Central tipo Stalin, como escribiera Bosch; pero no hay CC que se reúna sin la anuencia del CP. ¡El miembro del CC que lo quiera reunir, fracasa! Los miembros del Comité Central sin conexión con un miembro del CP, es un paria. El Presidente tiene que atender el Estado-Gobierno sin olvidarse de los “aliados”, que algunos, como Miguelón Mejía, tienen más poder que el 90% del C. Central. Los C. Intermedios se reúnen si hay quórum, pero los C. de Bases, ¡nunca!; los C. de Estudios desaparecieron, sustituidos por frentes de masas o molotes que obedecen a caciques-funcionarios, que reparten alpiste en todo país. Como no hay comunicación horizontal, sólo vertical del CP, el compañero-funcionario te recibe si él quiere o tú le agradas, no porque tenga tu misma categoría de miembro, la más alta, según mi caudillo don Juan. Sus “agendas” son secretas. El sueño de don Juan hoy es ficción. Si el “Congreso Botello” falla en la reingeniería, ¡rompan filas!