PENSANDO
Discurso 2012
De cara al 2012, el pueblo dominicano se aboca a un proceso electoral que, más que una victoria o derrota política, representa la oportunidad de reconquistar reivindicaciones patrióticas, y digo esto porque los discursos deben variar de lo que ha sido la solución de problemas sectarios de partidos y entender que la gran responsabilidad es resolver los problemas que atañen a toda la población, al margen del ya conocido activismo político depredador del patrimonio y erario. El discurso debe ser hacia la institucionalidad y el respeto a la carrera de administración pública, donde los más capacitados sean los más necesarios en el tren administrativo. Que se entienda sin demagogias que la inversión en la educación abre la brecha en la calidad de vida de los más necesitados. Que la lucha contra el narcotráfi co no es exclusiva del gobierno de turno, sino de toda la sociedad comprometida con la sanidad para una juventud fuerte. Que las sobreevaluaciones y el grado a grado de las obras de infraestructura o mega proyectos tengan que estar avalados por un presupuesto transparente. Que los fondos de la seguridad social y el plan de pensiones no sean tocados por el dolo. Que la criminalidad y la delincuencia sean frenadas desde las mismas instituciones creadas para combatirlas que las fomentan. Que la simulación en el ejercicio del poder por el incumplimiento de los marcos legales constituidos sea castigada con el ejemplo de las altas instancias. Que la salud pública llegue a los más necesitados. Que los fondos generados por la carga tributaria abusiva se traduzca en comida para los más desposeídos; un desayuno escolar diáfano y que los tribunales en la administración de justicia castiguen la impunidad y protejan al más humilde de los dominicanos. Es mi sentir que el discurso sea el compromiso hacia un sistema de derechos que nos devuelva la fe y la esperanza en la anhelada justicia social para todos, de lo contrario, no tendremos país.