Solución consensuada a la crisis eléctrica
Si de verdad tenemos socios extranjeros y nacionales que quisieran ser responsables y con vocación de contribuir al desarrollo nacional, como serían las transnacionales AES Corporation, Xstrata (Falconbridge Dominicana) y el consorcio Barrick-Goldcorp unidas a la nacional Basic Energy (Grupo Vicini), a la CDEEE y al Gobierno están en condiciones, desde este momento, de darle una respuesta consensuada de solución a la eterna crisis eléctrica nacional. El Estado dominicano ha hecho, hasta ahora, más de lo que ha podido desde 1997 por crear las condiciones para atraer inversión privada, nacional y extranjera, al negocio eléctrico, y con la incorporación de inversión extranjera en la minería, alta demandante de energía eficiente, ha generado el escenario ideal para no sólo suplir la energía necesaria a las mineras, sino también al resto de los usuarios nacionales, a precios competitivos y razonables. En efecto, la capitalización del subsector eléctrico destrabó al país de la trampa de contar con un monopolio estatal que, además de ineficiente y sin iniciativa alguna de solución, había perdido todo el crédito de los organismos financieros multinacionales y financieros privados. Desde entonces, más de US$2,000 millones se han invertido desde el sector privado en el subsector, aunque sin planificación central y sin regulación adecuada, lo que dio paso a una explotación descarnada de oportunidades de negocios. La tardanza con que entró la Ley Eléctrica, combinada con la connivencia de autoridades que dieron origen al malhadado Acuerdo de Madrid, echó por tierra la programada segunda etapa con nuevos contratos de compra-venta a partir del 2003. Todo tipo de logrero vino a consumir tiempo necesario para dar respuesta a la crisis, con proyectos de energía renovable y otras distracciones, que sólo son posibles experimentar después de haber instalado energía de base para la demanda presente. En la reunión de Juan Dolio del 2006, el Gobierno pactó con el sector privado un plan de acción, con asesoría internacional, que involucraba acciones en todos los planos del subsector, desde renegociación de contratos de compra-venta, instalación de los llamados “anillos? de alta tensión y autopista eléctrica a 345 kv, iniciación de proyectos hidroeléctricos de gran calado, inversión privada en nueva generación y otras acciones más que sólo el Estado cumplió. El sector privado no sólo incumplió, sino que también en su mayoría resistió modificar sus ventajosos contratos de generación. Se estima un costo económico por energía no servida desde entonces de más de US$1,800 millones por año, pero aún así los beneficios que registran los generadores representan el 2% del PIB. El déficit estimado sólo en este año será de US$1,100 millones, y para el período 2005-2012 US$6,000 millones. El déficit de gneración actual del sistema interconectado es de 1,775 megavatios, lo que obliga a instalar 2,400 megavatios nuevos en base (carbón o gas natural). Hoy, las oportunidades de negocios son mucho mayores para los inversionistas, pues a más de los usuarios tradicionales, se han añadido grandes mineras. Si aunamos voluntades, sectores privado y público, la respuesta a una crisis que ya consumió cuatro décadas está a la mano. Veamos: -AES Andrés que contrató energía a gas natural de sus 500 megavatios en línea para sustraer lo que demanda Falconbridge, puede ponerse de acuerdo con ésta y con la CDEEE para compensar con los 180 megavatios de las tres Mitsubishi de 66 megavatios térmicos (búnker), ahora inactivos, de Falconbridge. A su vez, CDEEE puede conseguir de Refidomsa suplir el petróleo crudo de Petrocaribe a precio preferencial para la refinería de Falconbridge que procesa 12 mil barriles diarios, extraer el búnker de las generadoras, las gasolinas, diesel y demás derivados para suministrar a esa minera (que de otra manera tendría que buscarlos en el mercado) y entregar el sobrante a Refidomsa. Y todavía queda la opción, estudiada por Falconbridge, de instalar una central de 250 megavatios a carbón (liberando las Mitsubishi para el mercado interno), que sería transportado por el tren de carga y pasajeros Haina-Santiago, desde el puerto carbonero de Itabo, puesto que a esa minera le quedan por lo menos 25 años más de reservas niqueleras. -Sabido es que Barrick-Goldcorp adquirió Monte Río de los Viyella y las dos estrellas flotantes de Seaboard, 220 megavatios en total, como solución provisional para poder aprovechar en forma rápida los altos precios del oro y la plata, pues en plena operación agregaría los subproductos cobre y zinc y demandaría de una gran central a carbón de más de 200 megavatios para los próximos 25 años. Como sólo Seaboard compensará los 100 megavatios sacados de línea, queda la deuda de Monte Río, de la que es corresponsable la minera, obligada a adelantar esta central a carbón en Azua, liberando Monte Río y las estrellas para volverlas a interconectar a las redes. -El Grupo Vicini (Basic Energy), propietario ahora del grupo generador Cogentrix, de 300 megavatios, y principal accionista de Ege-Haina con toda su potencia financiera e influencia local e internacional puede lograr un arreglo conveniente a las partes con AES Corporation para obtener de ésta el gas natural y llevarlo por gasoducto de Andrés-Boca Chica a San Pedro de Macorís, y acabar con una incertidumbre y perjuicio al país que ya va para 10 años. -CDEEE debe promover, junto al gobierno central toda esta estrategia, poniendo el ejemplo de materializar su anuncio de instalar 1,200 megavatios (dos centrales de 600 megavatios cada una) y ofertando los restantes 1,600 al sector privado. La situación actual le favorece, pues en su disputa con AES Corporation ha encontrado su receptividad. Después de todo, AES es la que más inversiones ha hecho en el sector y la que más amigable debiera ser con los intereses nacionales. Con buena voluntad, todo es factible y posible.