ORLANDO DICE...
La cuestión es clara: en el cielo no se equivocan las señales
SORIAAhora que el Partido Popular recupera espacio de manera tan sorprendente y se espera que se imponga en las próximas nacionales, vale recordar una anécdota del anterior presidente de gobierno José María Aznar. Cuentan que acabado de regresar de uno de sus incontables viajes al exterior, uno de sus ministros, medio en broma y medio en serio, le soltó casi a quema ropa: “ Presidente, menos Siria y más Soria”. No hay que decir que Siria es un estado del Asia Occidental y Soria una capital de provincia, en España, y que el funcionario quería significar que había que ocuparse más de los asuntos internos. Se sabe que el PP perdió el gobierno a manos del PSOE, incluso en un trance parecido al de ahora, en que un movimiento de repudio a los políticos y a las políticas inclinó la balanza a favor de la oposición. Así de frágil deviene la gobernabilidad cuando la crisis económica repercute en lo social. La gente reacciona, y tiene que hacerlo contra los responsables de la conducción de los asuntos públicos, pues no puede tumbarse del caballo al que anda a pie... EL HECHOLos reporteros que cubren las actividades del presidente Leonel Fernández llamaron la atención en sus crónicas del lunes sobre los pocos funcionarios y particulares que acudieron la noche del domingo al aeropuerto a recibirlo de su último viaje al exterior. Nadie cometió la irreverencia de corregir su empeño de irse a cada momento al extranjero, incluso en diligencias de gloria personal y no asuntos de Estado, pero sí se hace más que evidente que esas salidas no despiertan el interés de otros tiempos. Si se sabía por anticipado día y hora de retorno ¿por qué no se produjo el ceremonial acostumbrado, o no fueron a saludarlo sus conocidos cortesanos? La idea era que los símbolos del poder estaban por encima de las coyunturas y que la parafernalia no debía faltar doquiera vaya el Jefe del Estado. El tratamiento es consustancial a la dignidad del cargo. La intriga, entonces, tiene razón de ser. E incluso hay que preguntarse si ñ como se dice ahora ñ se bajó línea para que no fueran al aeropuerto los busca cámaras... ¿SOLO?El presidente pudo haber venido ahora más cansado que en otras ocasiones, si como dijo el viaje fue muy provechoso. No debe olvidarse que hay funcionarios o particulares que acuden al aeropuerto o donde se halle el mandatario con su propia agenda o interés. Al no poderlo ver en el Palacio Nacional, aprovechan cualquier oportunidad. Y esa es una lata a la que el más afable de los gobernantes le sale huyendo. No obstante, hay que convenir en que el asombro de los periodistas no fue una expresión de ingenuidad, una manera de fastidiar, puesto que la circunstancia obliga a estar más atentos. De ser posible alargar las orejas, ensanchar los ojos y ver y escuchar más allá de lo normal. ¿Acaso se olvida de que por estos días se estuvo hablando de la llamada soledad del poder, como una enfermedad difícil de curar, a menos que sea con más tiempo en el poder? Los reporteros que fueron a la terminal aérea a hacer su trabajo, escribieron bajo esas consideraciones. Quisieron llevar al ánimo de sus lectores que al presidente Fernández ya lo estaban dejando solo... SEÑALESTal vez no sea tanto, pero no hay dudas de que de ahora en adelante los asuntos de campaña tendrán más relevancia que las tareas de gobierno. Pues no se trata tanto de terminar el año que resta del período, como asegurar cuatro más para el partido, aunque sea con otro candidato. Tampoco puede pensarse que se produjo un cambio de lealtades, y que las adhesiones a Medina impliquen abandono al jefe del Estado. Sin embargo, hay que recordar la necedad de los senadores en el anterior retorno, que fueron en masa a recibirlo y a reiterar su decisión de no dejarlo solo. ¿Dónde estuvieron ahora? ¿Por qué aquella vez sí y ahora no? Son preguntas, y no hay que responderlas. Aunque si llamar la atención de la coincidencia. El presidente se fue de viaje el jueves en la tarde, el vicepresidente Rafael Alburquerque habló a la nación la noche del viernes, pero fue ese mismo jueves en que salió del país el mandatario que los senadores se reunieron ñ a muy altas horas y llegando a la madrugada ñ con Danilo Medina. El gobernante regresó el domingo, no fueron a recibirlo, pero ya el lunes endosaban a Medina. La cuestión es clara: en el cielo no se equivocan las señales...