Por los bomberos

Otra vez levantamos la voz por los bomberos. Una vez más debemos reconocer su arrojo y valentía. También nueva vez hay que pasar revista a las precariedades en las que viven como ciudadanos. Ver las dificultades con las que enfrentan los fuegos y catástrofes que afectan a la población. El incendio en la fábrica de plásticos Agroplast, en la zona industrial de Herrera, nos oblilga a estas reflexiones. Fue triste ver la imagen de estos hombres luchando “a manos peladas” contra un enemigo tan cruel y rápido como el fuego. Sin uniformes adecuados. Sin mascarillas ni guantes. Sin equipos ni camiones modernos. Lo peor de todo, sin agua suficiente a la mano para cumplir con rápidez y eficiencia su tarea. Todo un cuadro difícil. Sin embargo, para mi, lo más cuestionable ante esa triste realidad, es que fue en la zona Industrial, donde se generan tantos millones de pesos y dólares. Donde están los hombres fuertes de la economía. Alarma que no sean capaces de disponer de un fondo especial para que el Cuerpo de Bomberos que los asiste en emergencias, tenga equipos suficientes y modernos. Si cada industrial, empresario, comerciante de la zona de Herrera, dispusiera aunque sea de un medio por ciento de sus ganancias para el Cuerpo de Bomberos de esa zona, hubiese un cuerpo de hombres más eficiente y ágil para salvar sus empresas. Hombres más diligentes y prestos, además, para auxiliar a otros puntos de la ciudad que sean afectados por cualquier accidente imprevisto. Dice el refrán que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Hoy, a los propietarios de la fábrica de plásticos Agroplast solo les queda lamentar la perdida de parte de su empresa y su capital. Con bomberos equipados, posiblemente otro hubiese sido el resultado final de ese lamentable incidente. Ojala que esta sugerencia sea tomada en cuenta y se comience a crear ese fondo para dotar de equipos a los bomberos de la zona industrial. Los empresarios e industriales de Herrera aun están a tiempo de comprar el candado antes del próximo fuego y evitar que se le aplique el refran de que aquí se compra candado despues del robo.