ÁGORA
Procesos abusivos
Los abusos en procesos judiciales, particularmente en los laborales, no requieren de mayores esfuerzos para ser detectados: no sólo son muy reales, sino que también resultan extremadamente comunes. La ejecución de una sentencia laboral se ha convertido en una de las principales amenazas en el ejercicio empresarial, tambaleando de forma constante la seguridad jurídica de los empleadores del país. Muchos colegas laboralistas llevan su ejercicio de forma digna y ética. Ahora bien, al margen de estos, desde hace años, ciertos grupos de “tigueraje” laboralista se han prestado a los más diversos subterfugios que no dejan de espantar al más intrépido de los empresarios. Las notificaciones al aire, los embargos de vehículos en la vía pública y los casos de los hoteles del Este evidencian sólo algunas de las maniobras abusivas, ejecutadas de forma atropellante en contra de empleadores que en la mayor parte de los casos están dispuestos a pagar. Lo anterior no constituye un problema porque el trabajador abusado exija sus derechos. El sistema jurídico ofrece respuestas más que adecuadas a los trabajadores que entiendan que sus derechos no han sido honrados. De hecho, al día de hoy, los derechos de los trabajadores están mucho mejor protegidos que los de sus empleadores. El problema está en los verdaderos protagonistas de este problema que trastorna la seguridad jurídica empresarial: grupos de abogados y alguaciles que conforman auténticas asociaciones de malhechores y se han convertido en simples carniceros del ejercicio jurídico. En definitiva, esto no es una discusión entre empleados y empleadores. Se trata de una discusión de ética, legalidad y seguridad jurídica. Auténticas redes de ejecución abusiva de las sentencias laborales trabajan ante los ojos de todos en distintos puntos del país, justificando sus atropellos en los derechos de sus representados. Los tribunales laborales se han encargado de defender férreamente a los trabajadores. ¿Pero quién defiende a los empleadores de algunos de sus inescrupulosos abogados?