¡Yes, I Can!

“Hoy, bajo mi dirección, Estados Unidos ha lanzado una operación en Abottabad, en Pakistán. Un pequeño grupo de estadounidenses ha llevado a cabo la operación con extraordinario coraje y capacidad. Ningún estadounidense ha resultado herido. Se ha tenido cuidado de evitar víctimas civiles. Después de un tiroteo, han matado a Osama bin Laden y han tomaron la custodia de su cuerpo”. La administración Obama debe sentirse satisfecha: ultimar al hombre más peligroso del mundo, responsable de las tragedias del 11 de septiembre de 2001 en New York, 11 de marzo de 2004 en Madrid, entre otros hechos sangrientos, sin la ayuda del servicio paquistaní de inteligencia, en apenas 40 minutos y sin bajas norteamericanas es toda una proeza. Aunque todavía quedan algunos pequeños detalles por solventar: la presentación de imágenes del cadáver (hundido en el mar por razones estratégicas) y el calendario de salida de las tropas norteamericanas de Afghanistan (Recordemos que atrapar al líder de Al Qaeda fue el motivo de la invasión al territorio afgano) la eliminación de Osama da un nuevo aire a la administración Obama. Con severas críticas por el asesinato del hijo menor de Gadaffi y tres de sus nietos, las nuevas revelaciones de wikileaks por las torturas en Guantánamo y la percepción generalizada de que es un Presidente blando, el anuncio de la muerte del líder de Al Qaeda cae como anillo al dedo de Obama en su búsqueda de un nuevo período que hoy parece sellado con la cabeza de Osama (aún esté sepultada en un lugar indeterminado del mar). Al hablar ante las cámaras de TV para todo el mundo, Barack Obama pudo ahorrarse los 18 minutos y 43 segundos que tardó para leer las 1,485 palabras que contenía su mensaje únicamente diciendo tres que resumían a la perfección lo que deseaba proclamar verdaderamente: ¡Yes, I Can! Para comunicarse con el autor:twitter.com/juancaguerra