MUCHACHOS CON DON BOSCO
El Papa de los jóvenes es beato
El domingo 18 de mayo el Papa Benedicto XVI presidió la ceremonia de beatificación de su predecesor, Juan Pablo II. Entre los peregrinos llegados a Roma estuvieron miles de jóvenes. Un milagro realizado por la intercesión de Juan Pablo II decidió su beatificación. Se trata de la curación de la monja francesa Marie Simon Pierre, que padecía desde 2001 la enfermedad de parkinson, la misma que sufrió Juan Pablo II en sus últimos años. A causa de esa enfermedad, la monja se vio obligada a dejar su trabajo en un hospital de Arles. La religiosa, dos meses después de la muerte del Papa, superó todos los síntomas del parkinson de forma “inexplicable” según las autoridades médicas de la comisión de beatificación. La atención de Juan Pablo II a la juventud ha señalado por entero su experiencia como pastor desde los primeros años de su sacerdocio. Padre espiritual de muchos jóvenes desde su primer encargo como párroco. Después constantemente buscó el encuentro con las jóvenes generaciones, manifestando siempre en sus encuentros confianza y amor paterno por ellos. “Veo en ustedes los centinelas de la mañana”, “Si son aquello que debieran ser, irradiarían el mundo”, “Tomen en serio la vida y hagan de ella una obra de arte”, son algunas de las frases con las cuales, en los 28 años de pontificado, Juan Pablo II ha expresado su llamado a la esperanza y a la autenticidad. La gran consideración que tenía para la juventud lo llevó a instituir en el Año Santo de la Redención (1983-1984) el Jubileo Internacional de la Juventud; después, aprovechando la proclamación de Naciones Unidas en 1985 del Año Internacional de la Juventud, inventó la primera Jornada Mundial de la Juventud, un evento que se convirtió en cita periódica, y que en las diversas etapas, en los diversos continentes, ha reunido millones de muchachos y muchachas haciéndoles vivir con entusiasmo la propia fe. En la JMJ del 2000 en Roma, Juan Pablo II, ya con problemas de salud, parafraseando un proverbio polaco, manifestó al mundo cómo, gracias al compartir con los jóvenes, también él se ha mantenido joven. “Si vives con los jóvenes, deberás convertirte también tú en joven. Por eso retorno rejuvenecido”, dijo. El 2 de abril de 2005, pocas horas antes de morir el Papa Wojtyla envió un último pensamiento, lleno de afecto y de gratitud, a los jóvenes: “Yo los he buscado y ustedes vinieron a mí y por eso se lo agradezco”. (ANS) Con estas palabras, el Papa Benedicto XVI proclamaba beato a Juan Pablo II “Ö con nuestra autoridad apostólica, concedemos que el venerable siervo de Dios, Juan Pablo II, Papa, de ahora en adelante sea llamado beato y que se pueda celebrar su fiesta en los lugares y según las reglas establecidas por el derecho, todos los años el 22 de octubre”.