EN LA RUTA
Unidad Roja
Hace justo una semana, el presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Carlos Morales Troncoso, solicitó al gobierno central la implementación de un mecanismo de consulta entre las diferentes fuerzas políticas a los fines de discutir los problemas nacionales y coordinar mejores políticas de desarrollo. Sin embargo y junto a lo beneficioso de la propuesta, llamó la atención que el pedimento fue hecho en una rueda de prensa en el local de la organización donde quedó gráficamente evidenciado el proceso de unidad y compactación que ha experimentado el reformismo. Para nadie es un secreto que luego de la muerte de Joaquín Balaguer, el PRSC entró en un proceso de disminución paulatina. El mal manejo de sus autoridades y la visión personalista de muchos de sus dirigentes lastimó gravemente la dignidad y las perspectivas del partido, llevándolo incluso a la categoría de minoritario. La ausencia de un liderazgo legítimo, pero sobre todo confiable, decretó en el reformismo una especie de sálvese quien pueda, donde los antagonismos provocaron deserciones, crisis y divisiones que parecían insalvables. De ahí la importancia que los medios le han dado a la foto donde se apreciaba a Morales y las demás autoridades del partido junto a voces que hasta hace un tiempo constituían focos radicales de disidencia. Imaginar a Héctor Rodríguez Pimentel, Alexandra Izquierdo, Eddy Alcántara y Humberto Salazar, entre otros, en una actividad junto a la dirigencia reformista, era sencillamente impensable. Si una imagen vale más que mil palabras, entonces no hay que abundar mucho para afirmar que a diferencia de la situación que recibió en agosto del año 2009, con un partido fragmentado y gente que eliminando la palabra “nosotros” de su diccionario particular, no se tomaban un café entre ellos, la presidencia de Carlos Morales Troncoso ha logrado unificar y compactar el reformismo. Y es que sin el rey ni la reina en el tablero, cual ajedrecistas, los reformistas olfatean un ambiente de segunda vuelta y ya no solo se sientan en la misma mesa… sino que trabajan por una misma causa.