Don Carlos y el PRSC
El retiro del presidente Leonel Fernández como posible candidato presidencial en las elecciones del año próximo abre, sin dudas, un nicho de crecimiento importante al Partido Reformista Social Cristiano, organización vinculada históricamente a las simpatías del balaguerismo, que representó amplias capas de la población dominicana. Después de grandes trastornos internos y graves divisiones que lo llevaron al borde de la desaparición, el Partido Reformista Social Cristiano y su dirigencia buscaron el año pasado al Ing. Carlos Morales Troncoso, ex vicepresidente de la República y actual Canciller, a fin de lograr cierta unidad de propósitos y unificación de criterios entre los seguidores de ese partido ante el peligro claro de su extinción. Bajo la tutela de don Carlos Morales, el Partido Reformista en las pasadas elecciones sobrepasó el 5%, límite que lo había llevado a convertirse en un partido minoritario en las elecciones del año 2008, con la candidatura de nuestro amigo don Amable Aristy Castro. Hoy los reformistas se encuentran en la coyuntura de presentar al país una candidatura presidencial que los unifique, sin trauma y sin divisiones. Las famosas primarias han resultado, en la práctica, para el PRSC su peor enemigo. Con ellas se dividió ese partido entre el mismo don Carlos y Jacinto Peynado; entre Jacinto Peynado y Eduardo Estrella y entre Eduardo Estrella y Amable Aristy Castro, en las elecciones de 2008. Si la dirigencia del PRSC actúa con inteligencia y por primera vez en muchos años deja de lado las apetencias personales y grupales y se aglutina en una candidatura de don Carlos Morales Troncoso, puede tener una posibilidad real de crecimiento y fortalecimiento. Para lograrlo no necesita, como dicen algunos dirigentes reformistas, romper con Leonel Fernández y el gobierno, ni con el PLD y el Bloque Progresista. El PRSC puede crecer con un discurso positivo, exhibiendo la obra de su extinto líder y las inmensas relaciones de afecto de todo tipo que sembrara éste en toda la geografía nacional, sin que para ello tenga que agredir al PLD y mucho menos separarse de la figura de Leonel Fernández. Los proyectos presidenciales propios del PRSC, así como el de la Fuerza Nacional Progresista, representada por una candidatura del Lic. Pelegrín Castillo, de cara a una primera vuelta, a la vez de darle posibilidad de competir en igualdad de condiciones con el PLD y el PRD, no descarta en lo absoluto que, en caso de no clasificar para una segunda vuelta, puedan pactar con su aliado natural, el partido fundado por Juan Bosch y ser parte de un gobierno de coalición, teniendo en cuenta su peso electoral propio. Conforme a la modalidad que hemos planteado de la llamada “fórmula chilena”, el PRSC, con don Carlos a la cabeza, y mi hermano Pelegrín con la FNP, pueden crecer enormemente. Si los reformistas no pierden la razón, la prudencia y el tino político y se aglutinan con una fórmula unitaria encabezada por don Carlos Morales Troncoso, pueden trillar un camino de éxito en un crecimiento que solo el tiempo estaría en capacidad de predecir. Si, por el contrario, empiezan los escarceos y las divisiones estériles, están creando las bases para su disolución definitiva.